Desde que se anunció que la nueva portátil de Sony no contaría con un lector de juegos, y únicamente funcionaría mediante títulos descargados en formato digital, ha habido mucha polémica acerca de si es una decisión correcta por parte de la compañía, pero las mayores quejas provenían de las empresas de venta de videojuegos. Especialmente en Europa y Japón, las tiendas se oponen a la portátil y podrían negarse a venderla, ya que si no pueden vender juegos para ella, su beneficio sería muy reducido, además de que la venta de juegos de segunda mano sería imposible.
Ahora en Francia, país en el que mayor presión han ejercido las tiendas contra PSP Go, podría llegar a no venderse, a pesar de que hay muchos jugadores que desean adquirirla. Las cosas podrían ponerse mal para la compañía japonesa, especialmente si la decisión se extiende también por otros países.