Caso reciente basado en hechos reales.
Localizo un juego en una conocida web de compraventa, y como sólo hay una unidad en toda España, llamo por teléfono a la tienda para confirmar su estado antes de comprarlo. El empleado, muy amable, me dice que el manual tiene pegatinas, así que lo descarto.
Curiosamente, al día siguiente ya no aparece en el stock de la web, pero un vendedor de la misma localidad donde está ubicada la tienda, publica un anuncio en eBay con ese mismo juego. Para mi sorpresa, en las fotos compruebo que está en perfecto estado.
Teniendo en cuenta que el juego estaba en la tienda a un precio "X" más 1'50 Eur de gastos de envío y que lo vende en eBay por "X"+6 Eur más 4'50 Eur de gastos de envío certificado. Y considerando que entre las comisiones de eBay y PayPal al vendedor le quedarán limpios poco más de 3 Eur, ¿no hubiese sido preferible decirme la verdad y permitir que lo comprara yo en lugar de retirarlo de la venta y venderlo por su cuenta?
¿Hasta qué punto llega la tontería humana para acabar ganando poco más de 3 miserables euros?
Es cierto que estoy dando por hecho que el empleado de la tienda y el vendedor de eBay son la misma persona (algo de lo que no tengo pruebas), pero por otra parte, hace tiempo que dejé de creer en este tipo de coincidencias.