No hace falta contar mentiras ni nada raro, creo que a estas alturas ya conocemos todos como funciona la administración central, es donde están los negocios más gordos por tamaño y donde más estómagos agradecidos hay y más capacidad de presión y todo le parece poco y por si fuera poco suele tener la última palabra.
Son ganas de dejar que ese gordo monstruo sea el que dicte sobre todos nosotros a donde hay que arrimar el ascua. Ningún problema con la población española ni con el resto de las autonomías. Si, puede que los gobiernos autónomos también sean así, pero son muchos, más pequeños y están más cerca, así que se les ve venir de lejos, el gobierno central puede hacer un cristo en cuatro comunidades autónomas, dejar a 10 no muy puteadas y tener 4 más compradas a base de pasta, así que es imposible de castigar en las urnas.
En Cataluña hace años que llevamos diciendo que hay que meter ese voraz monstruo en una jaula para que no se exceda, que el gobierno tenga algún contrapeso que lo controle. Al que le guste el bicho, pues mira, bien por él, pero o lo mete en la jaula o yo aquí dentro no me quedo.