Ya avisé de que era un producto muy descafeinado, con situaciones absurdas y personajes metidos con calzador. Lo mismo que Slow Horses, cuya segunda temporada se acaba de estrenar y que pienso dejar de lado.
Repaso semanal de series.
Terminada
The English. Gran decepción esta miniserie británica. Ni la historia ni los personajes funcionan en este western crepuscular desangelado y muy falto de medios materiales. No puedo recomendarlo.
Terminada
That Dirty Black Bag. Toda una sorpresa. Mezcla de spaguetti-western tardío, cómic y con un punto de terror, es una mezcla curiosa pero que más o menos funciona. No está exenta de problemas ( una historia que toca demasiadas teclas distintas y una escabechina de personajes aparentemente importantes que no se veía desde GoT ), y aún así resulta de lo más estimulante. En principio debería haber segunda temporada, con lo poco que queda en pie, para dar respuestas a cosas que hasta ahora solo se han insinuado, como todo lo referente a ese extraño culto, pero quién sabe... Si la hay, ahí estaré,
En curso la tercera temporada de
Das Boot El Submarino. Sigue rayando a gran nivel, de lo mejor ahora mismo en pantalla. Sorprende un poco sin embargo que una de las tramas principales que no se cerró en la entrega anterior está, de momento, desaparecida junto con su protagonista. Veremos cómo avanza.
Hastiado ya de
The Peripheral. A estas altura ni ellos saben ya qué pretenden contar en una historia confusa y sin sentido. Lástima de recursos destinados a un producto que no se los merece.
Empezada
SAS Rogue Heroes. Me reservo de momento la opinión hasta ver algún episodio más.
Los dos primeros de
Willow no me han convencido nada. Nostalgia aparte ( yo la recuerdo con cariño a pesar de que fue un fracaso y de haberla visto de estreno siendo ya adulto ), tal vez es porque tengo sobresaturación de fantástico, o por el mal sabor de boca que me dejaron La Rueda del Tiempo y ESDLA Los Anillos del Poder, pero de momento nada de lo visto me ha resultado estimulante. El problema principal es, sin duda, el escaso por no decir nulo carisma de los protagonistas, lo que en una historia que se basa por enésima vez en el esquema habitual del "Viaje del héroe" no es precisamente un buen augurio. El apartado artístico tampoco es que destaque especialmente. Por cierto, el responsable del reboot y director de las dos primeras entregas es Jonathan Kasdan, hijo del notabilísimo Lawrence Kasdan, que no necesita presentación para el buen aficionado al cine.