Soy el primero tremendamente hypeado con el juego pero os veo a muchos dar por hecho que va a ser una obra maestra, un punto de inflexión en la industria y una revolución y me entra miedo hasta a mí de que terminéis muy decepcionados. En general, pocas veces no me ha defraudado un juego que he esperado con tantísimas expectativas.
Creo honestamente que Red Dead Redemption 2 va a ser lo mejor que jugaré este año y, posiblemente, se codeará con los dos o tres mejores juegos de la generación para mí. Pero también, como ya he comentado en alguna ocasión, tengo ciertos reparos. Sobre todo, temo que la sombra de RDR vaya a ser muuuuuuuuy alargada a nivel narrativo.
Si me paro a pensar dónde podría cojear o en qué podría decepcionarme RDR2, más allá de fallos impropios de la Rockstar actual como mecánicas a medio cocer o elementos repetitivos y cansinos, es en todo lo relacionado con su historia y sus personajes. Principalmente porque, como alguien ya comentó por aquí, el primer RDR ya es un greatest hits del western: en la historia de Marston vemos reflejadas la inmensa mayoría de grandes películas del género y, sobre todo, toda escena de acción grandilocuente que debería estar, está. En ese sentido, creo que RDR2 tiene una papeleta mucho más difícil para sorprender. Máxime tratándose de, y esto es algo que sigue sin hacerme demasiada gracia, una precuela directa.
Luego están los personajes y sus motivaciones. De forma puramente personal, y más en un juego con las mecánicas que apunta a tener este RDR2, hubiera preferido una historia de jinete solitario o forajido; ahora bien, creo que la introducción de la banda es precisamente el soplo de aire fresco que puede requerir la saga. Pero ese también es el motivo que me hace pensar en que será difícil tener un personaje con una motivación tan evidente y comprensible y con el que era tan fácil empatizar (y, ojo, no es que tenga a John Marston en un pedestal ni mucho menos) y, por ende, meterse en una historia "íntima" e impactante.
Y, por supuesto, de igual manera creo que RDR2 tiene muy difícil ofrecer momentos con la fuerza emocional del primero. El viaje a México ya ha pasado, igual que el desenlace de John Marston que todos conocemos y cómo lo gestiona Rockstar. Ojalá me callen la boca pero creo, como digo, tienen mucho menos margen para sorprender a nivel narrativo. Donde en el primero todo era nuevo (pese a jugar con cientos de tópicos del cine western, claro) aquí podrá haber momentos de déja vu y repetición. Y eso, por mucho que el resto del conjunto sea fenomenal, puede lastrar la experiencia general: sin ir más lejos, la trama de GTA V me resulta bastante monótona y poco memorable y, aunque el resto es excepcional, no tiene el mismo sitio en mi memoria que RDR o incluso Vice City (sí, soy un enamorado de Scarface, Carlito's Way y demás).