Nada de situaciones de jóvenes o niños, de esas no hay que arrepentirse, eramos felices.
Si hablamos de clásicas, entonces tienen que ser situaciones de la época, esa la gracia, no tiene sentido hablar hoy en día de lo que nos avergüenza jugar con una NES...
Uff... es que son muchos años pecando...
- Confieso que empecé tarde con esto de los videojuegos. Y no será porque no tuve oportunidad de iniciarme antes. En las navidades del 87 creo recordar, mi querida abuela (que en paz descanse) quiso regalarme la que hubiera sido por aquel entonces mi primera consola, una NES. Pero yo, como Judas a Cristo, le negué tres veces;
"No no no, Yaya, a mí esas cosas no me gustan". Y me quedé tan agusto.
- Confieso que la primera vez que vi una NES en casa de un amigo no entendí bien su funcionamiento. En mi ignorancia pensaba que los cartuchos, una vez terminada la partida, había que rebobinarlos como si de una cinta VHS o Beta se tratara. Reconozco que hasta que no tuve mi primera consola propia, no me di cuenta de realmente como iba la cosa.
- Confieso que me creí el famoso truco de los jefes finales del Street Fighter 2 que publicó Hobbyconsolas. Tanto que engañé a mis propios amigos asegurando que lo había hecho.
- Confieso que jugando en casa de un amigo a su NES, me sorprendieron tanto los gráficos del Gremlins 3, que llegué a afirmar que ni la Super Nintendo podía hacer algo así. Tal afirmación tuve que firmarla en un papel, para que quedara en la posteridad.
- Confieso que en el colegio casi llegué a las manos con un buen amigo por culpa de la Neo-Geo. Él aseguraba que era una consola de 16 bits, yo que era de 24... perdimos amistad y encima yo me mantuve firme en mi creencia hasta que años después me di cuenta de mi error.
- Confieso que una vez en un salón recreativo intenté cambiar 25 pesetas en monedas de 1 pesetas, con la consiguiente reprimenda del encargado del local, pues esas monedas no podían usarse en las máquinas. Algún colega de la época entre coñas me lo sigue recordando a día de hoy.
- Confieso que era tan malo jugando a los arcades, que cuando iba solo a los salones recreativos lo hacia en horas que sabia que no había nadie, para que no quedara constancia de mi ineptitud.
- Confieso que nunca he jugado a Out Run, ni en los arcades en la época, ni a ninguna de sus conversiones para consola.
- Confieso que no he jugado nunca a ningún juego de la saga Monkey Island.
- Confieso que soy una autentica nulidad jugando a juegos en lucha 2D, tanto que soy incapaz de encadenar ni el más sencillo de los combos. Es algo que siempre me ha frustrado, pues es un género que me encanta.
- Confieso que uno de los motivos por los que modifiqué mi Neo-Geo AES PAL, fue para poder cambiar de región y disfrutar así del maravilloso vaivén pectoral de Mai Shiranui en el KoF94.
- Confieso que no soporto los Sonics clásicos. De hecho el único que he sido capaz de completar es el Sonic: Adventure de Dreamcast.
- Confieso que cuando compré mi primera Playstation, no supe bien que hacer con ese extraño cable con conectores de colores (RCA) que incluía la consola, lo que me obligó a tener que volver al Centro Mail y comprar el adaptador RF. Así estuve jugando durante bastante tiempo... Lo gracioso es que la TV en la que jugaba por aquel entonces, una Sanyo de 14", disponía de entradas RCA...
- Confieso que poco después de adquirir mi Playstation, le regalé a un familiar mi Super Nintendo y Game Boy con todos los juegos que tenia. Lo hice porque tras pasar a la "next gen", despreciaba aquellas "antiguallas"... Siempre me he arrepentido.
- Confieso que en la época no llegué a jugar a FFVII. Aunque siempre digo que no lo hice porque no me gustan los RPG´s por turnos -que también-, lo cierto es que llegué a pensar que al tratarse de una séptima entrega, y al no haber jugado a las otras seis, no me enteraría bien de la trama.
- Confieso que ODIO los putos Tomb Raiders clásicos.
- Paradojamente, confieso que tenia mi habitación empapelada con todos los posters de la señorita Lara Croft que regalaba la Hobby...
- Confieso que la primera vez que jugué a Resident Evil, llegué a enamorarme del personaje de Jill Valentine, bueno, de la moza que la interpretó en las cinemáticas. Tanto que mientras jugaba, solía dirigirme a ella como "mi niña"...
- Confieso que la primera vez que jugué a Metal Gear Solid 3, tras pasarme el prólogo, me pareció tan rematadamente malo, me decepcionó tanto, que lo dejé aparcado durante meses...
Hoy en día lo considero el mejor de la saga, y uno de los mejores juegos de la historia.
- Confieso que la PC-FX de NEC es una de mis consolas favoritas. Tanto, que si se prendiera fuego mi casa, seria de las primeras cosas que rescataría, por delante incluso de otros sistemas consagrados.
- Confieso que me compré la primera XBOX de segunda mano casi en exclusiva por el "Dead or Alive Xtreme", de hecho es de mis juegos favoritos del sistema.
- Confieso que soy un absoluto ignorante en lo que se refiere a emuladores. En mi vida me he bajado una rom, y no tengo ni pajolera idea de como se configura un emulador.
- Confieso que hace unos años quise deshacerme de parte de mi colección. En mi desesperación mal vendí muchas cosas, entre lo más sangrante, una Nintendo 64 japonesa "Gold Edition" completa y en perfecto estado, con un Mario 64 de regalo, -encima-. Por cuánto? eso me lo reservo... nunca más.
- Confieso que me gusta jugar con personajes femeninos en los videojuegos. Lo hago simplemente porque disfruto contemplando sus atributos físicos.
- Confieso que con los años me he vuelto bastante vago jugando, y a las primeras de cambio tiro de guías. Cuando me hice con el remake del Resident Evil 2, me propuse pasármelo como en los viejos tiempos, valiéndome completamente por mi mismo. Reconozco que al primer contratiempo, fui como una perra a mirar Youtube. Lo más sangrante es que luego le recriminé a varios compañeros del foro, precisamente por hacer eso mismo. Lamentable.
- Confieso que en la época no tuve nunca un móvil Nokia, y jamás jugué al puñetero: "Snake".
Dios me absuelva de mis pecados... y de los muchos que no he contado...