Hombre, ésta de "americanada", si entendemos por ello las típicas fantasmadas y flipadas yankis, tiene más bien poco o nada. Es más, creo que es una serie que intenta ceñirse todo lo posible a cómo podrían ser las cosas en realidad. No hay pistoleros infalibles y súper rápidos, ni cerebritos que saben en todo momento qué hacer y cómo actuar, ni súper hombres, ni buenos muy buenos y malos malísimos. Y eso es lo que para mí hace grande esta serie. Que los personajes son tremendamente realistas, evolucionan, tienen sus altibajos emocionales, a veces son geniales y otras veces patéticos, tienen ideas asombrosamente buenas y otras veces la cagan a lo grande. Como en la vida real. Como nos ha pasado a todos (a otros niveles, claro está, y sin meternos en semejantes fregados).