Gustándome la tercera temporada, hay que reconocer que han fastidiado el producto, porque, hasta ese momento, antes de la temporada 3, estaba limpio de las agendas políticas actuales, pero ahora ya han empezado a inyectarle las dosis de toda la propaganda que todos conocemos. Y eso hace daño a la serie, hay que reconocerlo.
La niñata pelirroja todo el rato criticando a los chicos y al novio de Once sólo por intersarse por ella (acusándolos todo el rato de acoso, etc) es lamentable. Si observáis bien la temporada, la relación de los chavales se basa en eso, en que ellas pueden hacer lo que quieran (incluso usar los poderes de Once para espiar lo que hacen ellos), porque ellas pueden hacer lo quieran y está guai y no hay crítica alguna, PERO sí hay, en cambio, una constante crítica a casi cualquier cosa que hacen los chavales en relación a las chicas.
Luego tenemos el empoderamiento de la mujer, por supuesto. Todo lo que sucede es gracias a ellas, que son las listas y las que lo saben hacer todo, decidir qué hay que hacer, saber qué hay que hacer y dónde hay que hacerlo. Ellos, los chavales, son ya más bien meros comparsas. Son siempre ellas, siempre, en toda la temporada, las que llevan la batuta, la voz cantante. Es muy evidente. A los chavales es cierto que, aparte de meros comparsas, los han hecho además un poco más tontitos.
Aparte de la inyección de feminazismo y empoderamiento, también, no podía faltar, ya nos han metido la dosis LGBT. Ya no es sólo que la chavala nueva nos la hagan lesbiana cuando todo lo que dice antes entonces no tiene sentido, o no tiene mucho, sino que parece que a uno de los chavales del grupo ya nos lo quieren hacer gay.
Agenda política de 2019-2020 en una serie que transcurre en 1985. Todo correcto.
Y creo que, una vez que han encendido la mecha, ya no van a parar, y por tanto, en este aspecto de feminismo actual (la mujer lo hace todo bien, lo sabe todo, nunca se equivoca / Hombres como mascotas, graciosillos, torpes y tontitos y poco más) y de cuotas LGBT, iremos a peor, sin duda.