xklibur escribió:Suecia
Japón
Dinamarca
En ese orden.
Precisamente a Suecia iré yo en breve. Suecia, ya desde la época de Nils Wohlin, se halla en pronunciada decadencia moral, como ya advirtió el ilustre pensador. A eso puedes sumarle un pasado vikingo responsable de la caída del Imperio carolingio y una adhesión ferviente al protestantismo y contribución decisiva a la victoria del bando protestante en la Guerra de los Treinta Años... Por motivos culturales e ideológicos, me resultaría un tanto difícil aceptar ciertas facetas de mi país. Aun así, qué duda cabe de que sería más feliz y dichoso de lo que soy en España, Suecia es un país maravilloso en muchísimos aspectos...
En cuanto a Dinamarca, es la patria de Kierkegaard y Andersen, mis escritores de auto-ayuda durante mi adolescencia, jejeje, me es un país muy caro... Igualmente, no sé si me complacería del todo, y por las mismas razones que Suecia.
En cuanto a que España es un país fantástico, nadie lo pone en duda... Yo mismo digo últimamente que soy barroco y que el alma española es esencialmente barroca. El ingenio español, su humor punzante y cáustico, el pesimismo y cinismo, el sentido crítico, agudo y realista de la vida, la existencia como ilusión, vanidad y desengaño permanentes y en definitiva un sufrimiento constante... Me siento muy identificado con todo ello. Si a eso le sumas nuestro clima, cocina y monumentos, España es un país sobresaliente. Además, tenemos en las Islas Canarias una vegetación única en el mundo, la macaronesia, que por sí misma otorga a España la categoría de destino natural ineludible...
Sin embargo, España está ahora mismo sumida en una situación humana desastrosa y, aunque salga de ella, continuará siendo un país más pobre que la mayoría de sus vecinos europeos. Eso ya lo convierte en un país en el que no habría sido del todo bueno nacer... También México me fascina (monumentos de antiguas civilizaciones, arte y literatura vanguardistas, gastronomía, belleza natural...) y no por ello me mudaría allí o habría nacido allí, por razones evidentes.