La campaña es una MIERDA y punto, inconcebible en una compañía como Sony, más aún con las grandísimas campañas a las que nos tiene acostumbrados. El anunciante es quien da el visto bueno final, pero no se quien habrá sido el gilipollas de Sony que ha aprobado esta campaña.
Me recuerda a una campaña de Amena aquí en españa. Esta "bromita" no sólo es discriminatoria y políticamente incorrecta, sino que además es un chiste fácil carente de toda gracia.
Un rosco enorme.