Spanish rEvolution somos el 99% [14N] Huelga General

Tras una semana de la manifestación del 15-O, publicamos estas reflexiones escritas durante las horas sucesivas a la manifestación, durante la fase de criminalización represiva y de psicosis mediática de la caza al black bloc, después meditadas y debatidas con otr@s compañer@s el los días sucesivos. No publicamos estas reflexiones para dar más vueltas a un debate sobre que han escrito mucho, quizás demasiado.

Algunos elementos que salen en los diversos comunicados del movimiento nos parecen ya bastantes compartidos y seguir charlando sobre el 15-O representa quedarse como presos del pasado, o peor: quedarse bloqueados en la trampa de los medios de comunicación e de las instituciones que quieren enseñarte un día con un sentido único, que hace parar ahí y te empuja a buscar “razones” sobre lo que ha pasado, como si lo que ha pasado (de hecho algunos coches quemados y algunas horas de líos en Piazza San Giovanni) sea la cosa más importante del mundo. De hecho anulan tus caminos reales, intentando transformar un día en un trauma. Esto ya no puede ser: mejor pasar, hacer un paso al lado.

Así si publicamos estas líneas es para decir que hay algo más, para contestar a much@s chic@s que han venido con nosotros en el bus y que, maravillándonos, nos han pedido lo que pensábamos porqué de todas formas querían seguir adelante; si la publicamos es porqué en nosotros y en ellos es todavía fuerte la impresión de haber vivido otro 15-O, la gana de dar importancia a las cosas “verdaderas”, a las personas encontradas, con los problemas reales, frente a los cuales la furgoneta de la policía para de quemar, para meter otra vez al centro de la atención los asuntos que nos importan de verdad. Ahora tenemos que seguir adelante, de seguir con el camino que hemos empezados, y lo que ha pasado el 15-O se comprenderá solo haciendo. Nosotr@s hemos empezados ya, llevando en esta semana en Nápoles el No Tav Tour (una serie de asambleas en todas italia promovida por el movimiento contra el AVE en Italia, NdT) y contrastando la consecuente criminalización de los medio de comunicación a través de una respuesta de masa, llevando a la universidad y por las calles cientos de personas. Y muchos encuentros más nos esperan...

Last but not least: todo ésta tinta para decir todo y todo el contrario, para hacer sofisticadas análisis, para ponerse más a la derecha o un poquito más a la izquierda en el debate...pero l@s chic@s detenidos ¿como están? Cuales son sus condiciones fisicas, morales, judiciarias? Quién se preocupará de los gastos para sus defensa en el tribunal? Han recibido una suficiente solidariedad? Para contestar a todas estas preguntas es necesario construir un futuro más allá de los fantasmas del 15-O...

El 15-O de quien no lee los periódicos, no mira los telediarios, no dan vueltas en facebook y que sobretodo no acabará mañana...

¡Madre mía que aburrimiento! Volviendo a casa tras la manifestación del 15-O, una vuelta entre los sitios web, una búsqueda entre los perfiles de compañer@s y amig@s y después, por error, la televisión. Y llega contundente el disgusto. Disgusto sí, por que ¿quién se puede cabrear todavía por las declaración de la derecha fascista italiana, por la infamia de un periódico como “La Repubblica”, por las disociaciones de un Vendola o de un Casarini, estos oportunistas de “opera” que siguen desesperadamente el poder y no son ni capaces de obtener un sillón en el Parlamento?

Estamos de frente al esquema de siempre, utilizado desde diez años por lo menos: la derecha dice que los jóvenes son gamberros, que los black bloc vienen desde el Imperio Austro-Hungarito y que en última análisis la culpa è de la izquierda de gobierno y hasta de Draghi (Ex-presidente del Banco de Italia y actual nuevo presidente del BCE, NdT) que con sus tonos revolucionarios los empujas a destrozar todo. La izquierda de gobierno que, con su vacuidad, juega entre plaza y palacio, expresa con vergüenza solidariedad a las fuerzas de seguridad policial pidiendo medidas represivas propias del “Ventennio” fascista, por que sabemos todos donde viven los “violentos” y se hubieran podido coger ante de la manifestación. La izquierda, desde SEL a la FIOM, incluyendo los Disobedientes en su última transformación de “Unidos para la alternativa”, vocea contra los “malos”, inventa infiltrados, confirma su no-violencia mientras amenaza con “regulación de cuentas” dentro del movimiento, escupe veneno intuyendo que se ha roto el juguete que hubiera tenido que – pero solo en sus sueños – llevarlos al Gobierno, poniendo una etiqueta antiberlusconiana sobre la plaza “indignata” y presentando como candidatos sus líderes en las primarias del Partido Democrático (PD), entre intervenciones sin novedad y un buen concierto. Al final lo que sale más de rosita es el mismísimo Draghi que, tras escribir el agenda de “lagrimas y sangre” que destrozará las vidas de miles de personas, resulta “súper simpático” visto que se ha declarado en favor de los manifestantes, y el querido viejo Napolitano (actual Presidente de la Republica italiana, NdT), que pone todos de acuerdo defendiendo el decoro urbano de la Eterna Ciudad y la gloriosa civilización itálica...

Diez años después de Génova el mismo esquema, solo un pequeño “corte” sobre la sangre: ¿será la crisis? De toda forma todo está pensado para alejar la atención desde el verdadero problema, para desactivar la rabia de la gente, para dividir los manifestantes, para criminalizar las luchas y decir: “estamos en democracia, el disenso es posible, pero solo como decimos nosotros”: poneros en internet, enviáis una petición electrónica y os enseñaremos en la televisión de buena forma...los más tontos, como siempre, aceptan y como los “pacifinti” (termino utilizado en Italia para definir los falsos pacifistas, NdT) que son, meten las manos encima a algunos chicos vestidos de negro, mientras dicen cada día “¡Sí, Señor!” a sus jefecitos, en sus trabajos o en sus partidos. Acusan los “malos” de ser los responsables del fracaso de la manifestación que, según sus pensamientos, nos habría consignado el día después un nuevo gobierno hecho de buena gente comprometida con el pueblo y con la voluntad de trabajar para el bien común. “Pacifinti” inconscientes (pero no siempre) de hacer parte con plena titularidad de la estrategia represiva organizada después de la manifestación. Una estrategia antigua y utilizada más veces y que se ha activado en seguida y que en los días siguientes a la manifestación ha dado vida a la “caza a los facinerosos”, en la red y no solo, llegando a las casas de quién ha acudido a la movilización del 15-O, o que simplemente son conocidas para sus compromisos con las luchas de cada días. En toda Italia registros confusos, solo en Nápoles han sido 20 las personas despertadas al amanecer por la policía. Además, para aterrorizar la opinión pública sobre los supuestos “black bloc” salen las declaraciones de los diversos Di Pietro (del Partido de la Italia de los Valores, aliado del PD, NdT) y Maroni (actual Ministro del Interior, NdT) que proponen leyes especiales para las manifestaciones, como los encarcelamientos preventivos hasta llegar a la reintroducción de la “Ley Real” (la ley que, de hecho, da a la policía la licencia de matar y que en los “años de Plomo” ha producido 625 victimas).

Sus 15-O parece todo recogido en ésta miseria intelectual y humana, en éstas pobres contraposiciones buenos/malos, violentos/no-violentos, contra el cual sale casi automático un sentimiento y un concepto quizás sencillo, pero discriminante: la cercanía a l@s chic@s y a l@s compñer@s heridos, la solidariedad a los detenidos, la asunción y la reivindicación – que no tiene el sentido de compartir necesariamente todo – de todo lo que la plaza ha expresado. Una actitud que nos gusta haber encontrado entre los médicos y los enfermeros que han protestado contra la policía que quería sacar los heridos desde los hospitales, enseñando que muchas personas “normales” saben perfectamente por donde pasa la oposición de la cual no se puede discutir más, la entre amigos y enemigos.

El 15-O que hemos vivido nosotr@s es completamente distinto y intentaremos contarlo. Un 15-O que pone al margen la hipnosis de los medios de comunicación, el “detalle” de trozo roto que se transforma en el entero vaso roto y que toma como fundamental lo que pasa en las relaciones reales, en los caminos que se construyen día tras día, en los discursos que nos conectan y que nos dan un futuro. También por que las dinámicas de los medios de comunicación no nos las controlamos: si hubiéramos hecho una manifestación pacífica hubiéramos desaparecidos el día siguiente, si hubiéramos roto aunque fuera un solo escaparate, de todas formas, se hubiera hablado solo de eso. En el medio de estas dos alternativas la vía sí que la hay, pero es muy estrecha, y quizás en este caso era aún menos practicable del normal, por que necesita como premisa un mínimo de claridad, respecto y acuerdo en el movimiento. Entonces, vale la pena centrarnos sobre lo que nos queda de éste día, esperando que nuestra pequeña experiencia positiva pueda ser compartida y empuje a la reflexión de l@s compañer@s hacia otra dirección.

Queremos ante todo decir una cosa que “extrañamente” ha desaparecido: fuimos muchísimos, cuatrocientos mil, para una manifestación que tenía mucho de autoorganizado. Es un número que cuadruplica las expectativas de los mismos organizadores pocos días ante de la manifestación. Un dato que necesita ser interpretado. Puede tener un sentido negativo: en la mente de la gente queda todavía una fuerte lógica ligada al Evento, y que el trabajo político de cada día non es reconocido como una necesidad, visto que las iniciativas organizadas por las diversas organizaciones políticas no son capaces todavía de llegar a números significativos. Pero también nos puede decir que – en el momento de una comprensible y escasa credibilidad hacia las organizaciones grandes y pequeñas – tomar las calles tiene todavía un valor para cientos de miles de personas que están cabreadas, que no aguantan más como están las cosas. Esto sería ya un elemento que no nos tenemos que subestimar, por que es un sentir que no se borra el día después de una manifestación, ¡de cualquier manera haya ido!

Desde nuestra pequeña experiencia podemos decir que desde Nápoles, sobrepasando mucho nuestras expectativas también, dentro de una semana cientos de personas han decidido de tomar asiento en el bus y de participar a la manifestación. Hemos hablado con tod@s los chic@s, estudiantes y precari@s que han compartido el viaje y la manifestación con nosotros, y tod@s expresaban rabia y confusión, incertidumbre sobre el futuro y sobre las maneras de ganarlo, pero tanta insatisfacción, no hacia el “particular” (este gobierno, mi trabajo, mi ciudad), sino hacia el sistema en su conjunto. Personas que tienen muy claro lo que no quieren, que saben lo que quieren y pasan como nosotr@s de lo que está en el medio, pero lo intentan de todas formas...

Este es nuestro 15-O, totalmente distinto de lo de los medios de comunicación: no una manifestación colorada y divertida que se opone a los pocos “negros”, sino una sola manifestación hecha por gente normal, por hij@s de trabajadores y chic@s que se buscan la vida y que aunque en ayuno (forzado, visto que nos lo imponen desde arriba) de política y de ideologías, no tienen ningún problema a tomar las calles juntos a nosotr@s que somos comunistas y que queremos subvertir la relación de clase de ésta sociedad. Gente que no tiene ningún problema en defender su propia manifestación, que no se asusta demasiado de quien se pone un casco sobre la cabeza para evitar que un “carabiniere” se la pueda romper con una porra y que es más conciente de much@s compañer@s porqué no condena la violencia a priori, y no la exalta de forma acrítica, sino le interesa solo que tenga un sentido y que sea expresión colectiva.

Así juntos hemos tomado las calles, caracterizando un parte interesante de la manifestación en sentido anticapitalista, con slogan para nada genéricos e “indignados”, intentando poco a poco, octavilla tras octavilla de centrar el debate sobre el método y la necesidad de otra sociedad. Intentando dar importancia a las relaciones que se construyen entre nosotros que hablamos y que nos miramos a la cara, que tomamos nuestras responsabilidades: relaciones que no están mediadas por ningún medio de comunicación y que, quizás, juntas harán un proyecto político común.

Vista así, desde nuestro pequeño pero verdadero punto de vista - intentando privilegiar el momento del encuentro con quien desde ahora representará el movimiento a nivel territorial – la jornada del 15-O cambia totalmente de sentido: no representa ya el Evento y, si sabemos seguir trabajando bien, explicar las motivaciones, demostrar la eficacia de nuestras acciones, ésta representa ya un pequeño ladrillo de una construcción más grande, de una movilización de otoño que puede crear una verdadera oposición en este país.

“Todos ven la violencia del río en llena. Nadie ve la violencia de las diques que lo oprimen”... ¿Quien son los violentos? El impacto que producen las imágenes de las devastaciones y de los incendios no parece dejar lugar a dudas: es la violencia del río en llena. Pero, ¿cual son las diques que lo han oprimido hasta ahora? hasta hacerlo estallar de manera tanto devastadora? Es la violencia que nunca se cuenta del sistema capitalista en su conjunto, que choca todos los días con brutalidad contra nuestras vidas sofocando ilusiones, aspiraciones y sueños. No nos maravilla, mientras a otros sí, que la manifestación de Roma, siendo la más participada de Europa, haya sido la más conflictiva. Italia se encuentra en este momento en el centro del ciclón, lista en sufrir las mismas “curas” que le impone el Banco Central Europeo a los demás países, como Grecia, que en el momento en el que escribimos vive otro día de lucha, de forma participada y radical, asaltando el Parlamento, tras declarar otra huelga de 48 horas. Es inútil, entonces, hablar de una anomalía italiana en relación a las demás manifestaciones europeas, es inútil hablar de paradoja: “la más participada pero la más violenta”. Pensamos que las dos cosas van juntas porqué tienen la misma causa (o sea el agudizarse de la condición de futuro “precario”) y que la especificidad italiana (con los tres planes de ajuste financiero de este año) haya hecho solo de gasolina a una mecha ya encendida y que si miramos bien ya ha quemado el pasado 14 de Diciembre.

Desde un punto de vista general, el 15-O no ha sido otra cosa que el espejo de la confusión del momento, presente también en diversas áreas de l@s compañer@s. Es por éste motivo no tenemos que asustarnos, pero tampoco tenemos que exaltarlo. A nivel de masa testimonia una justa intuición: la de tomar la plaza para imponer un cambio. Pero revela también diversos elementos de inmadurez: el de esperar todavía algo desde el camino institucional, el de haber aceptado el camino de la moderación, el de haberse quedado de forma subalterna al poder dominante y la falta de sueños como horizonte de vida, el de no saber averiguar objetivos comunes donde converger todos (cada uno con su sensibilidad), el de quedarse con el “buen gesto” sin preocuparse si los demás lo van a entender.

De éste 15-O, quizás podemos decir solo que ha sido. De momento representa una bonita “X” (porqué no hay nadie que pueda decir que ayer haya ganado, a lo mejor alguien ha perdido algo más), una “X” con un punto de interrogación al lado...De bueno hay que han sido obstaculizados, si no directamente cortados, los proyectos gubernistas de una parte del movimiento – que ya no tiene la hegemonía de la plaza y que mejor debería regular las cuentas con la rabia de las personas, en lugar de intentar constantemente de enrejarla proponiendo que la manifestación tuviera un recorrido lejos de los lugares (por lo menos simbólicos) del poder. De malo hay que la justa y legitima violencia de los oprimidos no ha tenido un objetivo claro, no se ha transformado en un intento de llegar hacia el Parlamento, de comunicar que íbamos a tomar lo que dicen que es nuestro. La violencia ha tenido como objetivo lo que podía, pero no siempre lo que “se puede” es lo que “se tiene que hacer”.

En este sentido la diferencia con los combates del 14 de Diciembre queda clara: allí la policía y la calle eran el único obstáculo hacia un gobierno que acababa de “comprar” la confianza parlamentaria, no el objetivo último de nuestra lucha. Cuando hemos vuelto a casa, todo el mundo nos decía “bien”, porqué habíamos interpretado un sentimiento popular, lo que todos querían hacer, no obstante el bombardeo psicológico del periódico “La Repubblica” y del escritor Saviano. Tanto es verdad que para recuperar la situación y llevar el movimiento a “calmarse” se ha organizado una enorme operación encabezada por Napolitano y algunos de los cabecillas vendidos del movimiento que fueron a hacerle visita; hoy sería suficiente transmitir una y otra vez la imagen de la furgoneta de la policía quemada y la política de criminalización contra los centros sociales “de siempre”, a lo mejor dando condenas severísimas a los detenidos. Así que queda el amargo en la boca a todos, militantes y non, no solo porqué no hemos llegado al Parlamento, sino porqué tampoco hemos podido intentarlo, visto que la situación se había quedado sin posibilidad de gestionarla en seguida, y porqué tampoco se ha terminado la manifestación en el lugar acordado.

El 15-O ha sido. Pero lo que ha sido de verdad lo entenderemos solo dentro de días o algunas semanas. Esto dependerá de la apertura mental de l@s compañer@s que tienen que trabajar no solo en deconstruir la narración de los medios de comunicación, enseñando quien son los violentos de verdad – la policía por cierto, pero también exponentes de la Patronal como Marchionne, la Marcegaglia, el nuevo Presidente del BCE Draghi, la Troika europea, las agencias de rating, todos los que deciden el futuro de nuestras vidas – sino también en definir bien los objetivos y la estrategia para derrotarlos. Esto dependerá sobretodo de vosotr@s para quien escribimos, de muchos que ayer han tomado la calle por primera vez, de quien no ha huido, de quien tiene gana y valentía para seguir luchando.

http://caunapoli.org/ ( TRADUCIDO POR ZEISTAR )