Y por si fuera poco, pagaremos más en carburante, luz y gas. FUCK YEAH!!!!!
El consumidor asumirá 10 céntimos en los carburantes y 15 euros más al año en el gas. La luz subirá cerca de un 5% porque la energía trasladará sus mayores costes al mercado.
El consumidor va a ser el gran damnificado de la reforma energética. La luz, el gas y los carburantes subirán de forma considerable por los ajustes aplicados en el sector y por la subida del IVA, que pasará del 18 al 21 por ciento.
El alza más inmediata se hará notar en los carburantes, donde se aplicará una subida de cerca de 10 céntimos, como consecuencia del incremento del IVA y también de la aplicación del nuevo tributo sobre los carburantes en una cuantía de 5,4 céntimos por litro. Con todo, llenar un depósito de 50 litros será de un día para otro 5 euros más caro, aproximadamente.
Por su parte, la tarifa del gas para un consumo de una familia de cuatro miembros (60 metros cúbicos) se puede llegar a incrementar entre 15 euros y 20 euros al año, debido al nuevo gravamen que el Ejecutivo impondrá de 4 céntimos por metro cúbico en el gas natural para recaudar un total de 1.150 millones de euros.
Con todo, la tarifa para un consumidor medio aumentará en torno a un 2,5 por ciento, pero el gran impacto será para la gran industria, ya que asumirán una subida de los peajes del orden del 6 por ciento, que supone cerca de 600 millones de la recaudación que pretende el Gobierno. Las azulejeras, las cementeras, ladrilleras, serán los sectores que más sufrirán y que además recibirán también un fuerte varapalo en el precio de la factura eléctrica, ya que muchos costes de los nuevos impuestos se trasladarán al mercado mayorista.
Los consumidores domésticos también verán cómo aumenta de nuevo el precio del recibo, después de que se les ha aplicado una subida del 7 por ciento en abril y del 4 por ciento en julio.
En el caso de la electricidad influirán los nuevos gravámenes al régimen ordinario como los ciclos combinados de gas, las centrales de carbón, las presas, así como a las renovables, valorados en total en 1.580 millones. Esta cantidad supone un incremento de cerca del 12 por ciento en el coste de la energía que se trasladará previsiblemente a los precios del mercado mayorista. Este aumento derivará posteriormente en una subida de la luz que rondará el 5 por ciento por los mayores costes de producir la energía. Además, lejos de mantener el principio de solidaridad territorial, por el que todos los consumidores asumen en el recibo de la luz el exceso de costes de generar electricidad en las islas, ahora las comunidades autónomas podrán repercutir los actuales tributos medioambientales. De esta manera, el coste de la luz será diferente en cada comunidad autónoma, en función de los cánones e impuestos que tengan en vigor.
Las nuevas tasas a la generación tradicional están valoradas en 2.500 millones, mientras que los tributos de las comunidades autónomas suponen unos 200 millones de euros.
Con todo, las eléctricas advierten que con los impuestos no se ha acotado el problema principal y que, por tanto, la luz seguirá siendo cara. Además, ya se encuentra entre las más caras de la Unión Europea.
Sentencia de muerte
A pesar de que los gravámenes se puedan repercutir, las medidas harán una fuerte mella en los resultados de las eléctricas. Así, según analistas de Renta4, Endesa e Iberdrola son las más afectadas en términos comparativos por su exposición a la hidráulica (tasa de 15 euros por megavatio) y nuclear (10 euros por megavatio). Estas tecnologías suponen en torno al 8 por ciento de su beneficio bruto de explotación (ebitda). De hecho, desde estas compañías se afirma que se ha firmado la sentencia de muerte de esta actividad en España.
Los analistas de Citi cifran en 1.655 millones el impacto en estas dos compañías, mientras que Cheuvreux calcula que será de 1.392 millones. Las firmas de inversión consideran que las medidas son demasiado duras porque reducirán el déficit de tarifa hasta los 869 millones, frente al tope de 1.500 millones en el que podría incurrir este año. Por tanto, habrá un superávit de 201 millones en el sector eléctrico en 2013, frente a desajuste de 4.417 millones en caso de que no se adopten decisiones. Sin embargo, el sector quedará "fuertemente penalizado", hasta el punto de que empresas como Iberdrola, Endesa o Acciona sufrirán una merma cercana al 10 por ciento de su ebitda.
La consecuencia inmediata será el deterioro en el valor de sus activos, cuyo valor en España ronda los 100.000 millones. El sector convencional y las renovables se verán obligados, por tanto, a poner en duda el retorno de sus inversiones en sus balances.