Ayer jugué mis primeras horas y bueno, me encanta. Ya he salido de la meseta y voy hacía la siguiente misión. De camino he hecho tres santuarios hasta llegar a la posta. No me han resultado complicados.
Lo que si se me está complicando más es el mundo abierto. Lo veo enorme y los enemigos difíciles de momento, me siento muy indefenso, hasta el punto de que cuando veo enemigos me planteo si ir a combatir o no (cosa que en ningún Zelda me había pasado).
Antes de seguir voy a ver si mejoro las habilidades de Link, no me gusta nada ir pensando que de un golpe me van a destrozar.