Hoy me subo por las paredes con mis 41 años deseando verla mañana con mi hijo de 7. Pero es curioso que cuando vi en su momento en casa la primera, me dejó totalmente indiferente.
Eso sí, fue un día tonto también en casa que me dio por ver El Soldado de Inverno, llegar la escena de la pelea en el ascensor cuando el Capitán les dice antes de empezar que están a tiempo aún de bajarse los que no quieran recibir, cuando me di cuenta de que estaba ante algo muy grande. Revisioné todo y ya no me he vuelto a perder jamás una en el cine.