Queridos vecinos, compañero y amigos. Si estais leyendo esto, es porque he muerto, con lo cual no tiene razón de ser el seguir ocultando mi historia.
Hace mucho, mucho tiempo....
Vivía yo en Alejandría y estaba durmiendo cuando de pronto, me despertó un ruido, tuidos de alguien que estaba en la puerta de mi casa. Cogí mi daga, y salí por la puerta de atrás para rodear al intruso. Cerré la puerta con sigilo, y andando agachado me asomé por la primera de las dos esquinas que debía girar hasta llegar delante de mi casa. Se veía una luz, como si procediese de un fuego encendido delante de mi puerta. Corrí, asustado por saber que habría ocurrido, con la daga en la mano y con intenciones de acaba con cualquiera que quisiera hacer daño a mi familia o robar en mi casa.
Y entonces sucedió, un dolor tan profundo en la pierna que me hizo caer al suelo. Antes de que me diese cuenta, una fuerza sobrehumana me arrastraba de nuevo hacia la parte de atrás de mi casa.
Al llegar, me dió la vuelta, y allí estaba....un monstruo enorme, con ojos marrones ensangrentados, garras y dientes aun chorreantes de sangre, era como un lobo enorme.
Asustado intenté gritar, pero la criatura se abalanzó sobre mi y me asestó un mordisco mortal...
O eso creía yo, puesto que a la mañana siguiente me desperté en mi cama sin entender nada.
El día pasó como otro cualquiera. Y a la noche me fui a dormir.
Pero me desperté de una pesadilla extrañisima, empapado en sudor....mire a mis lados, mi mujer y mi primogénito de meses dormían plácidamente. La luz de la luna entraba por mi ventana...la miré, y al instante...
Empezó a dolerme todo el cuerpo. Las manos, los dientes, la boca crecían, me salió pelo, garras y colmillos afilados, medía casi dos veces mi estatura normal.
El dolor había desaparecido, pero...al ver aquellos dos cuerpos allí...lo único que sentía era hambre.
Acabé con lo que más quería. Y a partir de entonces, debido a semejante atrocidad, por las noches me alimentaba de los cuerpos que encontraba en las necrópolis de todo Egipto.
Desde entonces soy Deidad, Desde entonces me conocen como Anubis.
Tras vagabundear por medio mundo, escuché la historia de un poblado llamado Villalobos.
Al llegar allí era todo perfecto, había gente como yo tanto de día como de noche, y había cementerio, no tenía porqué pasar hambre. Pero mis semejantes no son como yo, y sucumbieron hace poco a sus más básicos instintos.
Ahora los humanos del lugar, después de sufrir importantes y dolorosas pérdidas, después de encomendarse a sus ángeles, han decidido actuar, y ha comenzado la caza, no se cuando me habrá tocado, pero esta vez no quería huir más, ya he visto que ni humanos ni licantropos podían calmar la pena que llevaba conmigo.
Con lo cual y sin rencores, ya habré iniciado mi viaje, y a vosotros, semejantes o no , os digo:
Disfrutad, y no temais en vida a la muerte, pues a la llegada de ésta, yo os estaré esperando es vuestra puerta para llevaros al Cielo sanos, a salvo y por el camino correcto, junto a vuestros seres queridos.
O eso, al menos, dice mi leyenda.