Vodafone se está preparando para abordar el mercado español de las conexiones fijas a Internet con la compra de Ono, según revela
Expansión.com. Las negociaciones por hacerse con el mayor grupo de cable de España se habrían intensificado desde el momento en el que la operadora anunció su intención de salir a Bolsa.
El interés de Vodafone en comprar surge por las ganas que tienen en recuperar su inversión CCMP, Providence, Thomas H. Lee y Quadrangle, cuatro fondos de capital riesgo anglosajones que controlan el 54,4% de Ono desde el 2005, cuando
compraron el negocio de cable de Auna. Otros inversores extranjeros como General Electric o Caisse de Dépôt du Québec con un 9.0% y 6,8% de las acciones respectivamente llevan aún más tiempo. En todos los casos son muchos más años de los que suelen permanecer de media este tipo de empresas.
La intensificación de la negociación entre Vodafone y los accionistas de Ono se debe a varios factores. Uno de ellos son los casi 100.000 millones de euros que tiene Vodafone por la venta del 45% de Verizon Wireless a Verizon. Otro es el interés del operador británico de llegar a un acuerdo antes de que la cablera salga a Bolsa, donde sería más vulnerable a la opa de otra compañía.
A las presiones del mercado hay que sumarle la que ejerce Telefónica, que prevé llegar a 7 millones de hogares con acceso a fibra a finales de 2014. Este plan de la operadora española deja muy atrás la
alianza entre Orange y Vodafone para desplegar fibra en España, cuya previsión era de llegar a 3 millones de hogares en 2017. Recientemente Telefónica ha
anunciado haber cerrado el 2013 con 594.000 clientes de FTTH en España
De materializarse la compra Vodafone sumaría 1,5 millones de abonados de banda ancha a los 900.000 que ahora tiene y ganaría mucho tiempo, puesto que de golpe lograría 7 millones de hogares con acceso a fibra a los que ofrecer sus ofertas.