Nos adentramos en opciones impropias en el mundo de las consolas.
Está bien que ofrezcan libertad al usuario, pero normalmente el usuario medio de consola compra un producto para hacerlo funcionar al instante, y lo hace pensando que el desarrollador ya le ofrece la mejor experiencia posible, y además, que está disfrutando de idéntica manera que el resto de usuarios de esa plataforma.
Antaño, uno enchufaba el juego, y sabía que jugaba los que el desarrollador había planteado para disfrutar la experiencia al máximo dentro de las posibilidades del aparato en cuestión. Ahora me veo saltando de una configuración a otra en cada fase, y eso ya lo hago en mi ordenador.
Meternos en berenjenales de configuraciones ya me parece ajeno al concepto de consola. En cualquier caso vería admisible tres opciones: 1080p 30/60fps para juego en modo ultra/fluido, y 4k 30fps para explotar las pantallas a esa resolución.
Pero es que después hay que añadir que contamos con herramientas de resolución dinámica o adaptativa o que varían la configuración gráfica al vuelo, todo ello para mantener frame rates estables, que para mi, es el apartado que debería primar, técnicas de re-escalado, etc
Al final, contamos con decenas de variantes y nos vamos acercando más a los que es un PC, que no es que sea necesariamente malo, pero no conviene. El factor diferencial de una consola es su sencillez.
Un saludo.