Al final, después de una mañana demencial, ¡¡lo he conseguido!!. Como dije antes, en el Game de mi pueblo, decían que no lo tenían. Hace una media hora, se me ocurre llamar por teléfono y, esta vez, sale una chica que, después de hacerme esperar un rato me dice: "Ay, siii, nos acaba de llegar, pero no le he dado de alta porque, como no es un juego muy conocido, no lo pide mucha gente (toma del frasco,Carrasco)".
Me presento allí, me hacen esperar un ratazo, porque todavía no le habían dado el alta. Llevaba el Dead Island para venderlo y, según la "experta" dependiente, en su ordenador daba error y no me lo compraban, porque ese juego no se podía vender de segunda mano. Después de insistir cuatro veces para que lo comprobaran, se convenció y se dio cuenta que era un error, y me solucionó, a duras penas, la operación.
Total, por fin tengo mi edición limitada que, visto lo que me ha costado conseguirla, guardaré como un tesoro, jaja.
Las historias rocambolescas de las tiendas Game no tienen precio pero, lo de hoy, se ha llevado la palma. Inenarrable.