Es simple. Los comercios pequeños los venden sin factura y se evitan una multa. Y aunque los vendieran con factura a las compañías de los videojuegos se la suda porque no son grandes comercios.
Los grandes comercios se juegan multas grandes, entonces hasta que uno de los grandes comercios no lo venda, el resto tampoco. Entonces uno está esperando a que lo venda otro, y el otro igual, y no lo vende ninguno.