Las reservas de liquidez de las grandes firmas tecnológicas están rodeadas de cierta controversia, puesto que Alphabet (como otras empresas) es conocida por el uso de prácticas de ingeniería fiscal mediante las cuales los beneficios obtenidos por sus filiales locales se desvían para evitar el pago de impuestos allí donde se realizan las ventas. Una parte significativa de este dinero se almacena posteriormente en países con una fiscalidad muy reducida.
Generalmente las reservas de liquidez se incorporan en mayor o menor medida a lo que se conoce como "cofre de guerra", que proporciona los medios económicos para recomprar acciones en caso de emergencia o realizar inversiones estratégicas. Fue el caso de la sonada compra de Beats por parte de Apple, realizada con un dinero que en su momento no podía repatriar sin exponerse al pago de impuestos.
Precisamente, si Alphabet ha superado a Apple en este ranking es porque la firma de la manzana lleva al menos dos años reduciendo sus reservas aprovechando los cambios en la legislación estadounidense, que facilita la repatriación de fondos a tasas mucho más ventajosas que antaño.
El diario Financial Times especula que Alphabet podría enfrentarse ahora a la presión de sus accionistas. Tener tal cantidad de dinero "ocioso" puede dar seguridad ante posibles imprevistos, pero también despertar las exigencias de unos inversores deseosos de mayores dividendos y/o atraer la atención de las autoridades, que podrían ajustar al alza la cuantía de futuras sanciones. Cabe recordar que la Comisión Europea multó a Google con 4.340 millones de euros por su dominio sobre Android; una cantidad minúscula en relación al tamaño de sus reservas.