Bill Gates ha declarado en el famoso juicio contra Microsoft por monopolio que
su empresa sería incapaz de desarrollar la versión de Windows modulable que piden los estados demandantes, insinuando que se verían obligados a retirar su sistema operativo del mercado. Según el máximo responsable de Microsoft las exigencia de los estados les costaría 10.000 millones de dólares y reduciría el valor de Windows a cero.
Lo que sorprende es que sigan argumentando que no pueden separar el SO del resto de aplicaciones de usuario que incorporan, cuando de hecho ya han desarrollado versiones de Windows ultraligeras, como la que utiliza su Xbox... Veremos en que acaba todo
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