Así, firmas del tamaño de Aliexpress deberán responder ante la justicia cuando un vendedor sea sorprendido por las autoridades comercializando mercancías falsificadas. Hasta ahora los únicos responsables eran los vendedores independientes, pero a partir de este año "el operador de la plataforma se convierte en imputable si sabe o debería saber que un vendedor en su sitio ha infringido los derechos de propiedad intelectual y no toma acciones como borrar [elementos/sitios], bloquear enlaces o detener transacciones", señala el diario South China Morning Post.
Las plataformas en las que se realicen este tipo de operaciones y que no tomen las medidas pertinentes se expondrán a multas de hasta dos millones de yuanes, equivalentes a unos 255.000 euros.
Si bien esta cifra es minúscula al lado de la facturación de algunos de estos bazares online (sirvan como ejemplo los más de 25.000 millones de euros en ventas registrados por Alibaba durante el Día del Soltero), la cuantía de las multas debería ser superior a los beneficios obtenidos por la venta individual de falsificaciones, reduciendo (si no eliminando) los incentivos para hacer la vista gorda como hasta hace muy poco.
Lo cierto es que muchos de estos bazares online se han labrado su actual fama gracias a la disponibilidad más o menos abierta de todo tipo de productos de origen dudoso y a precios muy bajos. Actualmente resulta mucho más difícil encontrar falsificaciones de objetos como ropa o maquillaje en las plataformas de mayor tamaño, pero todavía resulta muy poco recomendable aventurarse a comprar tarjetas microSD, baterías y otros productos de electrónica si no es en las tiendas oficiales.