HBO se distingue de sus rivales por tener una larga historia (empezó a emitir en los años 70) y una gran compañía detrás (es propiedad de Time Warner). La cadena es habitualmente sinónimo de calidad y se la conoce internacionalmente por sus grandes superproducciones. Al ser una cadena de cable puede ofrecer contenido que en las networks no sería posible, algo que ha sabido aprovechar (It's Not Porn… It’s HBO).
El bagaje de HBO incluye un importante punto de inflexión: Roma. Esta serie de dos temporadas (2005-2007) enseñó a la cadena cómo producir una ficción a gran escala. Una lección marcada por una factura de más de 100 millones de dólares, pero que sirvió para sacar adelante y de forma acertada unos años después Juego de Tronos, el actual estandarte de HBO. Es imposible no recomendar esta obra basada en los libros de George R.R. Martin, escritor que ha mostrado de forma reiterada su confianza en D.B. Weiss y David Benioff, los padres de la serie.
Pero HBO empezó a tener éxito mucho antes, a finales de los 90 e inicios del 2000. Nadie debería dudar en rescatar Band of Brothers (una serie basada en la historia de la Compañía Easy durante la Segunda Guerra Mundial protagonizada por un joven Damian Lewis), A dos metros bajo tierra (creada por Alan Ball, que también encontró el éxito con True Blood) o (todos en pie), Los Soprano, considerada una de las mejores series de la historia, sin la cual no se explicaría la dorada época que viven.
Quienes busquen algo más ligero deberían echar un vistazo a Entourage (El Séquito), solo por el personaje de Ari Gold (Jeremy Piven) ya vale la pena; son ocho temporadas y una película aún no disponible bajo demanda. Si os gusta, probad también Ballers (2 temporadas y renovada para una tercera), protagonizada por Dwayne Johnson en el papel de un exjugador de fútbol americano que busca triunfar como gestor económico de las superestrellas actuales.
HBO mantiene en nómina a David Simon, un escritor de historias cuyas series dan prestigio, pero pocos espectadores y premios. A él le debemos las cinco temporadas de The Wire y la miniserie Show Me a Hero, dos obras que merecen la pena ser vistas. Su próximo proyecto es The Deuce, una serie sobre la industria del porno en los años 70 protagonizada por James Franco.
Pero HBO no vive de Simon, tampoco puede anclarse en el pasado y a Juego de Tronos solo le quedan 2 temporadas. La cadena necesita éxitos y, poco a poco, parece que los ha ido encontrado en los últimos tres años (junto a algún que otro fracaso de audiencia como Vinyl). La reciente Westworld (no volverá hasta el 2018 y quizás no es para todo el mundo) es un ejemplo de ello, pero también lo son el humor de Silicon Valley (ningún amante de la tecnología debería perdérsela), la miniserie The Night Of (de lo mejor que nos ha dejado el 2016) o incluso Quarry, una serie de Cinemax, la cadena hermana de la HBO que emitió la recomendable y violenta Banshee.
También deberíais darle una oportunidad a Umbre, una serie rumana que demuestra lo que se puede hacer cuando se unen dinero y talento local; The Leftovers, que no sabes hacia dónde va pero igualmente quieres seguirla; o Boardwalk Empire, que mezcla los años 20, la ley seca, la mafia y un gran Steve Buscemi en el papel de Enoch "Nucky" Thompson. Por último, después de que posverdad haya sido una de las palabras del 2016, es de obligada visión The Newsroom, un proyecto de Aaron Sorkin sobre periodismo que terminó en su tercera temporada.
Y tú, ¿con qué serie te quedas del catálogo de HBO? ¿Cuáles tienes pendientes de ver?
