Las nuevas tecnologías tienen hoy día capacidades y prestaciones casi infinitas. Nos facilitan la vida en muchos aspectos, ya sea en el trabajo, a la hora de leer un libro o mantener una videoconferencia con nuestro smartphone. Pero no todo son luces en este sector, las nuevas tecnologías también pueden tener su lado negativo cuando se usan en exceso.
Esto al menos es lo que ha explicado Germán Castellanos, pediatra especialista en adolescencia durante la presentación del XXII Congreso de la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia (SEMA), que tendrá lugar los días 7 y 8 de marzo en Santander. Para Castellanos, el abuso de las nuevas tecnologías por parte de los adolescentes está provocando que se activen nuevas zonas del cerebro que juegan en contra de otras más importantes en las que residen por ejemplo la memoria o la capacidad organizativa.
También se apunta que detrás de algunos comportamientos patológicos como el acoso escolar, la violencia o la pérdida de la responsabilidad sobre la confidencialidad de los datos personales puede encontrarse un uso excesivo de estas nuevas herramientas.
Germán Castellanos ha explicado que los especialistas están expectantes por ver los posibles cambios perjudiciales que este abuso puede provocar en el desarrollo y el paso de los niños a adolescentes. Durante el congreso, Castellanos y cerca de 200 especialistas tratarán en profundidad este tema que algunos pediatras ya catalogan como una verdadera adicción entre los adolescentes, del mismo modo que ocurre con el consumo de drogas.
Lino Álvarez, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Valdecilla y encargado de presentar el congreso con Castellanos, ha señalado junto con el especialista que la peculiaridad de los adolescentes los convierte en los "grandes desconocidos" a nivel médico, con una dificultad añadida a la hora de tratarlos pero con una recompensa mayor cuando se consigue el objetivo.
