Las nuevas normas afectarán de forma concreta a aquellos sitios que, ofreciendo sus productos en otros países, restringen su compra de forma selectiva o redirigen a los visitantes al sitio local para que efectúen allí sus compras. También se incluye la compra de servicios como la reserva de entradas a festivales musicales, noches de hotel y alquiler de vehículos, así como servicios electrónicos no protegidos por derechos de copia, tal es el caso de servicios de procesamiento o almacenamiento en la nube.
Los principales beneficiados de esta nueva legislación serán los consumidores que, por ejemplo, quieran aprovecharse de una oferta local particularmente jugosa en un país extranjero (una consola a precio especialmente rebajado, por ejemplo) no disponible en su lugar de residencia a pesar de que el vendedor opera en toda Europa. Un caso bastante claro (y cercano) sería del Amazon.es y Portugal. La tienda online opera en el país vecino usando el dominio español con total normalidad, pero algunos de los productos ofrecidos en España no se pueden adquirir al otro lado de la frontera.
Por el momento sin alcance para contenidos digitales
El asunto de los contenidos digitales ya es más complicado. Si bien hay un cierto deseo de eliminar las restricciones geográficas para disfrutar de los mismos contenidos en toda la Unión, esta es una labor extraordinariamente compleja y que se enfrenta a la oposición absoluta de los grandes grupos estudios, que por razones obvias prefieren el actual modelo de parcelamiento de contenidos.
De esta forma, materiales como "libros electrónicos, descargas musicales y juegos online" no estarán cubiertos por la nueva normativa y podrán seguir siendo bloqueados en función de la localización del usuario. La Comisión Europea, no obstante, revisará esta situación dentro de dos años y valorará si se debe ampliar la normativa para que dé alcance a este tipo de contenidos, "así como a servicios audiovisuales y de transporte que actualmente también están excluidos".
La nueva regulación todavía no es oficial puesto que aún debe ser aprobada por el Consejo de la Unión Europea, pero este es un mero trámite administrativo que debería resolverse sin complicaciones.