Y es que sólo han pasado dos semanas desde que Zuckerberg publicara una larga declaración a favor de la libertad de expresión tras los atentados de Francia. Una carta que terminaba con la coletilla #JeSuisCharlie como principio de esa libertad de expresión con la que imperaría la red social.
Sea como fuere, desde hace unas horas la red social se ha comprometido a censurar imágenes de Mahoma en Turquía, una censura que incluye cualquier sátira al estilo del medio francés Charlie Hebdo.
Un ejemplo de lo complicado que pueden ser hoy cuestiones y/o matices de las expresiones que predicamos en la red. Y es que desde el mismo momento en el que el CEO declaró esa libertad de expresión, muchos críticos del sector expresaron la dificultad de llevarla a cabo en una plataforma como Facebook.
Según la BBC, fuentes cercanas a Facebook han confirmado que la red social ha aceptado el cumplimiento de la orden de la corte turca, la cual explicábamos que exigía el bloqueo de las páginas que ofendían al profeta Mahoma. El tribunal había amenazado con bloquear el acceso local a la página si Facebook se negaba.
Para que nos hagamos una idea de la censura existente en Turquía (Facebook cuenta en el país con 40 millones de usuarios), podemos observar el último informe de transparencia de la red social. Solamente en el período de enero a junio del año pasado, Facebook llevó a cabo 1.893 “restricciones de contenido” dentro de Turquía. Una clara disputa que se libra en la red entre la libertad de expresión y las leyes que rigen en los países.