Para ser exactos en los números en los que se ha llevado a cabo la negociación y oferta pública por parte de Foxconn, el acuerdo ha llegado por valor de unos 700 millones de yenes (esos 6.200 millones de dólares al cambio). Un anuncio que ha explicado la propia Sharp a través de un comunicado de prensa, confirmando los rumores en los meses pasados que hablaban de un interés de los taiwaneses por la compra de las acciones de los japoneses (Sharp).
El movimiento significa que Foxconn tiene ahora el control del 65,9% de Sharp. También se trata de uno de los movimientos más grandes (en cuanto a adquisiciones ) que se haya dado jamás entre una empresa japonesa y una extranjera. Según explica en el comunicado Terry Gou, presidente de Foxconn, la compañía había estado detrás de esta operación desde hace al menos cuatro años.
Al parecer, Foxconn habría ofrecido a los japoneses 600 millones de yenes en un principio, subiendo luego a 659 millones de yenes, para terminar en las cifras finales que hoy hacen oficiales. Por parte de Sharp se trata también de un movimiento que le ayudará a reflotar su maltrecha economía, tras las fuertes pérdidas económicas de los últimos años.
El mismo Gou explica que lo primero que hará será inyectar millones con el fin de establecer a Sharp como uno de los principales proveedores del mundo de la próxima generación de pantallas para smartphones, es decir, que prepara una inyección económica con el fin de rivalizar con la propia Samsung. El futuro ofrecerá más pistas y certezas sobre este importante movimiento que se acaba de producir.