En el pliego de cargos que la Comisión Europea ha mandado a Google se afirma que los contratos de AdSense con los llamados socios directos imponen condiciones que vulneran las leyes antimonopolio. Según Bruselas estas prácticas han permitido a Google preservar su posición dominante (una cuota de mercado en torno al 80 % en los diez últimos años) en la publicidad de los motores de búsqueda en línea.
Según la Comisión las cláusulas son las siguientes:
- Exclusividad: Se obliga a los terceros a no obtener anuncios de búsqueda de los competidores de Google.
- Visualización preferente de un número mínimo de anuncios de búsqueda de Google: Se exige a los terceros que tengan un número mínimo de anuncios de búsqueda de Google y reserven el espacio más importante en sus páginas de resultados de búsquedas a los anuncios de búsqueda de Google. Además, los anuncios de búsqueda competidores no se pueden mostrar por encima o cerca de los de Google.
- Derecho a autorizar anuncios de la competencia: Se obliga a los terceros a obtener la autorización de Google antes de introducir cualquier cambio en la visualización de los anuncios de búsqueda de la competencia.
La Comisión Europea también ha enviado un segundo pliego de cargos a Google en relación a la investigación sobre el abuso de posición dominante con su servicio de comparación de precios. En agosto de 2015 el gigante tecnológico afirmaba que los argumentos de Bruselas eran “incorrectos”, pero en el expediente hoy presentado se expone, según la Comisión, “una amplia variedad de datos y pruebas adicionales que refuerzan la conclusión preliminar de que Google ha abusado de su posición dominante al favorecer de forma sistemática su propio servicio de comparación de precios en sus resultados de búsqueda general”.
En los cuatro casos Google se enfrenta a multas de hasta el 10% de sus ingresos anuales (una pena de 7.500 millones de dólares) y la posibilidad de tener que cambiar su modelo de negocio. Posiblemente sea más doloroso el segundo supuesto que la multa económica, ya que Google obtiene un 90% de sus ingresos gracias a la publicidad.
Que exista una compañía que ocupe una posición dominante no constituye un problema ante la ley de competencia de la Unión Europea. Sin embargo, la Comisión cree que estas empresas dominantes tienen la importante responsabilidad de no abusar de su posición en el mercado restringiendo la competencia, ya sea en un mercado en el que ocupen una posición dominante o en mercados contiguos.
Google tiene 8 semanas para responder a la Comisión, pero desde su cuenta de Twitter de Bruselas afirma que sus “innovaciones y mejoras aumentan las opciones que tienen los consumidores europeos y promueven la competencia". No parece que estos dos pliegos de cargos presentados hoy sean los últimos que vaya a recibir Google. La Comisión también estaría investigando el negocio de Google Maps.