Básicamente y según explica la nota, la Comisión Europea piensa que Google acaba obligando a los fabricantes de dispositivos Android y a los operadores móviles a instalar sus aplicaciones de forma predeterminada, casos como Google Maps, Chrome o el buscador de la compañía. Por tanto y de esa manera perjudican la entrada de otros competidores.
Se trata de una acusación oficial sobre una noticia que ya anunciábamos tras la filtración de esos cargos por parte de los medios Financial Times y The Wall Street Journal. Margrethe Vestager, comisaria europea de Competencia, es la que ha explicado la posición de la Comisión ante las prácticas de Google. Según Vestager, la compañía lleva a cabo condiciones muy restrictivas que imposibilitan la entrada de alternativas en la competencia del mercado móvil. Según explica la comisaria:
Sobre la base de la investigación que hemos llevado a cabo hasta el momento, creemos que el comportamiento de Google niega a los consumidores (el acceso a) un abanico más amplio de aplicaciones y servicios móviles y obstaculiza el camino de la innovación a otros actores, incumpliendo las normas antimonopolio de la UE.
Finalmente Google ha acabado respondiendo hace unos minutos. Lo hace a través de su blog oficial y por medio de Kent Walker, vicepresidente y consejero general de la compañía. Según explica Walker:
Nuestros acuerdos con los distintos socios han ayudado a fomentar un notable y sostenible ecosistema basado en un software de código abierto y promoviendo la innovación. Los acuerdos con los partners son completamente voluntarios, cualquiera puede utilizar Android sin Google… puedes descargarte el sistema operativo entero de manera gratuita, modificarlo todo lo que desees y construir un teléfono con él.
Nos tomamos muy en serio las preocupaciones europeas, pero creemos que nuestro modelo de negocio permite a los fabricantes reducir sus costes, tener mayor flexibilidad al tiempo que ofrecen a los clientes un control sobre sus dispositivos móviles sin precedentes. Los teléfonos de hoy vienen con decenas de apps preinstaladas de Microsoft, Facebook, Amazon, Google o las propias de las compañías de teléfonos móviles.
Finalmente acaba hablando de la exigencia de un pago a fabricantes. Según el directivo:
Android es gratuito para los fabricantes, lo costoso es desarrollarlo, mejorarlo, mantenerlo seguro y defendernos de demandas de patentes. Ofrecemos Android sin coste y compensamos nuestros gastos a través de los ingresos que generamos con las Apps de Google y los servicios que distribuimos a través de Android. Aun así continuaremos trabajando con la Comisión Europea para demostrar que Android es bueno para la competencia y para los usuarios.