La demanda argumenta que Google toma medida para evitar que los empleados comenten sus posibles preocupaciones sobre actividades ilegales en el seno de la empresa, prohibiéndoles incluso hablar de ellas con los propios abogados de la compañía. El razonamiento es que dichos comentarios podrían llegar a oídos de la ley o de los organismos reguladores, dejando las puertas abiertas a la aparición de demandas y acciones legales de diversa índole.
Más aún, la demanda asegura que Google incentiva la delación de los empleados sospechosos de filtrar información y señala que uno de los fundadores de Google (sin señalar si se trata de Larry Page o Sergey Brin) reiteró en una reunión que los responsables de filtrar información confidencial serían despedidos.
Estas prohibiciones forman parte de las cláusulas de confidencialidad de Google y sus políticas de empresa, que se encuentran ahora bajo el microscopio. La demanda ha sido presentada en nombre de John Doe, un pseudónimo utilizado en Estados Unidos para proteger la identidad de la parte agraviada.
Novelas, "chivatos" y una multa potencialmente mayúscula
Si bien no hay nada de extraño en que una empresa persiga o incluso despida a las personas que ponen en peligro sus futuros lanzamientos con la filtración de información confidencial, la demanda alega que Google se estaría excediendo hasta quebrantar la ley. No solo por prohibir a los empleados hablar con los abogados de la compañía cuando sospechen de actividades ilegales, sino porque el código de conducta clasifica básicamente todo como si fuera información confidencial, regulada mediante un programa denominado "Stop Leaks" que promueve la denuncia de comportamientos sospechosos como que un trabajador haga preguntas detalladas sobre proyectos ajenos.
Otro punto polémico y tal vez más curioso todavía es que Google se reserva el derecho a evitar que los empleados puedan escribir una novela sobre la vida en una gran compañía de Silicon Valley, teniendo la decisión de autorizar o bloquear su publicación a través de la aprobación del borrador final.
Según informa The Information, la legislación laboral de California haría posible multar a Google con una cantidad nada despreciable en caso de ser hallada culpable. Concretamente se expondría a una sanción de hasta 100 dólares por cada una de las 12 transgresiones enumeradas en la demanda, que serían multiplicadas por sus más de 61.000 empleados y otros factores más complejos (como los periodos de pago y el tiempo durante el cual se quebrantaron los derechos de los trabajadores) para terminar con una pena máxima de 3.800 millones de dólares.