La noticia es la confirmación esperada tras la votación del Congreso que tuvo lugar en el mes de junio en Estados Unidos. En ese momento se aprobaba el fin de la recopilación masiva de datos por parte de la NSA, aunque se aplicaba un período de seis meses como transición en el proceso.
La principal duda radicaba en saber qué se haría con los metadatos ya recopilados, registros que databan de hace cinco años, desde el 2001, momento en el que el programa se puso en marcha tras los atentado del 11S. Ahora y tras el comunicado de la agencia esos datos tienen fecha de defunción, aunque a partir del 29 de noviembre habrá un período extra de tres meses en el que los datos irán siendo eliminados paulatinamente, obviamente, poniendo fin a la llegada de nuevos paquetes de metadatos.
Con la nueva ley, la NSA podrá solicitar nueva recopilación de información, pero para ello necesitará antes la aprobación de un juez.