La noticia significa que las agencias de espionaje en Estados Unidos ya no podrán recopilar datos sobre las comunicaciones de los ciudadanos en el país. También se ha bloqueado una extensión de la Patriot Act, de esta forma la NSA ya no está autorizada a llevar a cabo registros telefónicos de la ciudadanía y obtener metadatos de ellos.
El vencimiento de tres disposiciones claves de la controvertida Patriot Act también significa que el FBI no puede “invocarla” para obtener órdenes de escuchas a sospechosos de terrorismo que no estén vinculados a una orden judicial.
Desde luego, se trata de una gran noticia para los defensores de la privacidad y las libertades civiles, aunque no todo está ganado todavía. Y es que el Departamento de Justicia sí podría invocar una cláusula de exención con el fin de extender estos poderes para aquellas investigaciones que habían comenzado antes del 1 de junio de este año.
A la Patriot Act es muy posible que le suceda la denominada USA Freedom Act, es decir, una nueva ley que no permite la recopilación de metadatos. Por el contrario, esta nueva regulación sí permitiría a las agencias como la NSA la solicitud a las empresas de los datos de una persona siempre que puedan demostrar que están vinculados a una organización terrorista.