La opción básica de Xbox All-Access entrega una consola Xbox One S All-Digital Edition con su respectivo mando y 24 meses de Xbox Game Pass Ultimate, la suscripción que reúne Xbox Live Gold y Xbox Game Pass, por 19,99 dólares al mes durante dos años. Elegir una Xbox One S sube la tarifa hasta los 22,99 dólares mensuales, mientras que la selección de una Xbox One X supone un desembolso de 30,99 dólares al mes. Existe la alternativa de cambiar de consola pasados unos meses (12 o 18), pero en esta ocasión se ofrecerá la opción de sustituirla por Xbox Scarlett cuando esté disponible.
Los clientes suscritos a Xbox All Access que podrán cambiar directamente su Xbox One por una Xbox Scarlett serán aquellos que hayan elegido Xbox One X y pagado 12 mensualidades. En caso contrario se deberá abonar una tarifa adicional para la actualización y satisfacer 18 mensualidades. A día de hoy la iniciativa Xbox All-Access, cuya propuesta expirará el 31 de diciembre de 2019, solo está disponible en Estados Unidos, Reino Unido y Australia. Sin embargo, Microsoft afirma que su intención es que llegue “a más jugadores de todo el mundo en los próximos meses”.
Todas las opciones tienen letra pequeña y condiciones.Si hacemos números, una Xbox One X se despacha actualmente por 399 dólares en la Microsoft Store, mientras que Xbox Game Pass Ultimate son 14,99 euros al mes. Su precio combinado pasados dos años es de 758,76 dólares. Si pagamos a Microsoft 30,99 dólares durante 24 meses, el coste total es de 743,76 dólares, lo que supone un pequeño ahorro, una distribución de los pagos y la sustitución de la consola por una Xbox Scarlett a finales de 2020. Sin embargo, hay que tener en cuenta la letra pequeña, que varía en función del mercado y la consola previamente elegida.
Xbox Scarlett aún no tiene precio, pero si Microsoft la entrega a cambio de una suscripción de dos años al mismo precio que Xbox One X, podemos aventurarnos a especular que de lanzamiento la nueva consola rondará los 399 dólares.
