La publicación económica surcoreana The Investor señala en sus páginas que LG utilizará un nuevo proceso de impresión mediante inyección de tinta orgánica para fabricar pantallas OLED de gran formato a precio asequible. La reducción en materia de costes brindada por esta tecnología sería significativa. Tanto es así que la firma de análisis UBI Research estima que los nuevos paneles OLED de LG podrían convertirse "en una amenaza directa a los fabricantes chinos de [paneles] LCD".
LG, que es actualmente líder en producción de pantallas OLED de gran formato, utilizará según fuentes consultadas por The Investor un proceso de fabricación desarrollado por la firma estadounidense Kateeva gracias al cual los componentes de la pantalla se pulverizan sobre una superficie en lugar de ser dispuestos uno sobre otro en forma de láminas. La situación no carece de cierta ironía, puesto que uno de los principales inversores de Kateeva es Samsung. La némesis de LG tuvo que abandonar el mercado de los televisores OLED en parte por la dificultad para rentabilizarlas, algo que ahora LG aspira a conseguir de la mano de Kateeva.
Uno de los mayores problemas de la tecnología OLED es que su producción no solo es lenta, sino también muy costosa en términos materiales. Si LG logra reducir el precio de venta al público de sus televisores de panel orgánico a los niveles de sus homólogos basados en la tecnología LCD, sus ventas podrían recibir una importante inyección de adrenalina.
Samsung, por su parte, podría beneficiarse indirectamente debido a su participación en Kateeva, pero nada parece indicar que vaya a regresar a la producción de paneles OLED. La rival de LG apuesta ahora con fuerza por la tecnología QLED (Quantum dot Light Emitting Diode), que debería brindar el codiciado contraste de las pantallas OLED y su reproducción de color con un brillo muy superior y teóricamente una mayor estabilidad.