La W de su nombre dice todo lo que hace falta saber acerca del diseño de estos televisores; viene de wallpaper o papel tapiz. Esa es precisamente la segunda característica que define a los televisores de más alta gama de LG, y es que su chasis es tan extraordinariamente fino que no pueden colocarse sobre una mesa unidos a una peana. En lugar de eso, es necesario fijarlos a la pared.
La base contiene la electrónica con el "cerebro" de la tele, una barra de sonido Dolby Atmos y el habitual repertorio de puertos. Se une discretamente al televisor utilizando un cable plano, lo que podría limitar su instalación oculta en estancias que no tengan paredes practicables de cartón yeso como el Pladur.
A nivel de especificaciones, los Signature OLED TV W serán ofrecidos en formatos de 65 (el más delgado) y 77 pulgadas, siempre con paneles 4K compatibles con HDR. Estos televisores incluyen la nueva tecnología Active HDR de LG, que procesa cada fotograma de forma independiente para modificar el brillo según se necesite, y abanderan la versión 3.5 de webOS para televisores.
LG no ha facilitado los detalles relacionados con el precio ni la disponibilidad de los Signature OLED TV W, pero es evidente que apuntan a la parte alta del mercado. No estarán faltos de competidores. Samsung también ha anunciado en el CES su nueva gama de televisores quantum dot, ahora conocidos como QLED, que brindarán un contraste notablemente mejorado con respecto a la generación anterior y un brillo superior. También habrá que estar atentos a las novedades de Sony. Panasonic, por su parte, plantará batalla con su renovada apuesta por el OLED, personificada por un nuevo modelo plano de 65 pulgadas con un procesamiento de la imagen cuidadosamente calibrado y "el doble de brillo" que otros televisores OLED.