La noticia llega varios meses después de que Lenovo confirmara que no lanzaría un nuevo smartwatch en 2016, lo cual evidencia la clase de confianza que profesa la compañía en el futuro de Android Wear.
Según Barkat, que no ve un mercado lo suficientemente importante, "los dispositivos wearables no tienen un atractivo lo suficientemente amplio como para que los sigamos fabricando año tras año". No obstante, el ejecutivo se ha mostrado abierto a lanzar más productos de este tipo en el futuro si la tecnología mejora lo suficiente.
Lenovo es una de las firmas con peor evolución en el mercado de los wearables.
La situación de Lenovo en el espacio de los wearables es precaria. A pesar de que el Moto 360 tuvo una acogida inicial positiva, las ventas de Lenovo en esta categoría de dispositivos sufrieron la caída más importante durante el pasado trimestre, desplomándose un 73% año a año para dejar su cuota de mercado en tan solo el 3,4%. No es que su caso sea excepcional.
La lentísima evolución de Android Wear ha hecho que los fabricantes retrasen o anulen el lanzamiento de productos basados en la plataforma de Google, hasta el punto que las tres primeras compañías en las listas de ventas (Apple, Garmin y Samsung) utilizan sus propios sistemas operativos. Firmas de la talla de Huawei y LG han ralentizado (si no cancelado) el desarrollo de nuevos dispositivos, dejando a Google en compañía de Asus y de empresas menos conocidas en el mundo de la tecnología como Polar, Nixon y Fossil.