Como decimos, se trata de un giro nunca antes visto. En enero de este año supimos que durante el primer año los de Redmond ofrecerían la actualización gratis para aquellos que contaran con W7, W8 y WP 8.1. Ayer fue Reuters el que ofrecía la primera pista poniendo en palabras del jefe de división de Windows, Terry Myerson, lo siguiente:
Actualizaremos todos los equipos, tanto los genuinos como los no originales, a Windows 10.
Al tratarse de una conferencia en China y centrada en el país, no quedaba claro si Microsoft se refería sólo a China o hablaba de todo el mundo. Una confirmación que llegaba horas mas tarde a través de diferentes medios como The Verge o Venture Beat. Había llegado la confirmación oficial de Microsoft:
Cualquier persona con un dispositivo compatible puede actualizar a Windows 10, incluyendo aquellos con copias piratas de Windows. Creemos que los clientes con el tiempo se darán cuenta del valor de las licencias legítimas de Windows y vamos a ponérselo lo más fácil posible.
En otras palabras, cualquier usuario que haya descargado una copia “pirata” de W7, W8 o Windows Phone 8.1 durante el período de un año después del lanzamiento de W10, podrá actualizar de forma gratuita a la versión oficial del nuevo sistema operativo.
La compañía también ha explicado la razón de este movimiento inaudito. Microsoft quiere conseguir tantos usuarios como sea posible de Windows 10, una medida que también subraya que la empresa está dispuesta a alejarse en parte de los ingresos tradicionales de negocio con Windows. El resultado podría ofrecernos un récord sin precedentes. Pensemos que la decisión podría traducirse en el crecimiento de cuota de mercado más rápido que haya tenido un nuevo sistema operativo.
Visto así, la noticia que dimos ayer cobra más sentido si cabe. Ese lanzamiento “global” a 190 países en 111 idiomas podría tener una adopción sin igual. Una jugada donde además se acabaría con la "piratería" de su SO, lo que para los usuarios se traduciría en una mejora en la seguridad y para los desarrolladores en la reducción de la fragmentación de versiones antiguas.
