Las actualizaciones serán relativamente predecibles, puesto que Microsoft señala que estarán disponibles en los meses de marzo y septiembre.
Inicialmente Microsoft había señalado su intención de lanzar dos o tres actualizaciones de funcionalidad por año, pero al final han pasado cerca de nueve meses entre Anniversary Update y Creators Update, y Anniversary fue la única actualización Redstone lanzada en 2016. Este cambio a dos actualizaciones anuales se alineará con el nuevo calendario de Office 365 ProPlus, que pasará de tres grandes actualizaciones anuales a dos. Microsoft también aumentará el periodo de soporte para sus actualizaciones de Windows 10 y Office 365 ProPlus de 12 a 18 meses, proporcionando más flexibilidad a la hora de instalarlas.
La última gran actualización de Windows 10 es muy reciente. De hecho, Creators Update todavía se encuentra en fase de despliegue. Tras ella debería llegar Redstone 3, que todavía carece de nombre oficial. Si nos atenemos al anuncio de Microsoft, debería estar disponible en el mes de septiembre. Esta será la tercera actualización de las cuatro que están previstas bajo el ciclo Redstone.
Todavía se desconocen las funciones concretas que incorporará Redstone 3, pero todo apunta a que los cambios visuales en la interfaz serán uno de los puntos claves de esta actualización que debería ser descubierta oficialmente dentro de unas semanas en la conferencia para desarrolladores BUILD 2017.
Más cerca de los primeros ordenadores ARM con Windows 10
Por otro lado, el cuarto trimestre de este año se prevé caliente para el ecosistema de Microsoft. Según ha señalado Steve Mollenkopf, máximo responsable de Qualcomm, los primeros ordenadores con Windows 10 basados en el chipset Snapdragon 835 llegarán a finales de 2017, sin que por ahora se conozca su fecha de lanzamiento concreta.
Así lo aseguró Mollenkopf en una conferencia ofrecida a los accionistas de la compañía hace dos días, donde señaló que el chipset Snapdragon 835 llegará a "diseños Mobile PC con Windows 10 cuyo lanzamiento está previsto para el cuarto trimestre de este año". A estos dispositivos se suman los servidores Centriq de la compañía, que suponen el segundo pilar sobre el que asentará la relación entre Windows y los procesadores ARM (por ahora únicamente aquellos desarrollados por Qualcomm).
Ni Microsoft ni Qualcomm han señalado la forma que adoptarán estos dispositivos. Todo lo que se sabe es que serán compatibles con aplicaciones x86 Win32 y que deberían brindar un consumo sumamente reducido si han de competir con la gama Atom de Intel.