De esta forma la anterior plataforma móvil de Microsoft puede considerarse muerta fuera de los terminales en los que todavía perdura, muchos de ellos incapaces de ser actualizados a Windows 10 por cuestiones técnicas.
El fin de Windows Phone como sistema operativo soportado por Microsoft será posiblemente recibido con tristeza por los usuarios que experimentaron la transición desde Windows Phone 8 o cualquier versión anterior, y es que su lanzamiento fue incluso más significativo en forma y fondo que el vivido con Windows 10 para teléfonos móviles.
El ya esperado abandono de Windows Phone 8.1 abre numerosas incógnitas en lo referente al futuro de la estrategia móvil de Microsoft. De acuerdo con AdDuplex solo el 20% de los smartphones con Windows utilizan Windows 10 para teléfonos móviles. El 80% restante sigue anclado en cualquiera de las versiones de Windows Phone lanzadas desde Windows Phone 7.
Actualmente las ventas de Windows como plataforma móvil son casi insignificantes. Satya Nadella parece más interesado en promocionar servicios como Outlook y Onedrive en iOS y Android ante la dificultad de vender nuevos teléfonos basados en Windows 10, aunque el máximo responsable de Microsoft no descarta totalmente el lanzamiento de nuevos dispositivos. De acuerdo con una entrevista concedida hace poco, Microsoft investiga "cuál será el próximo cambio en forma y función" de cara al lanzamiento de nuevos dispositivos que, de materializarse algún día, "puede que no se parezcan a los teléfonos que hay hoy en día".