A comienzos del 2015 supimos de la existencia de una oferta por parte de Google por hacerse con Cyanogen Inc., un movimiento del gigante que buscaba obtener el control de la empresa dedicada al mundo de las ROMs en Android y que finalmente fue declinada por la startup.
La semana pasada fue Kirt McMaster, CEO de Cyanogen, quien afirmaba que el futuro de la compañía era alejar Android de Google. De esta forma buscarían proveer una versión de Android completamente libre e independiente de Google, un espacio donde los desarrolladores tendrían plena libertad para crear.
Aunque en estos momentos sólo se puede hablar de negociaciones en curso, la noticia de una posible inversión de Microsoft podría confirmar el divorcio definitivo con los de Mountain View. Desde luego, para Cyanogen sería una jugada perfecta que los de Redmond planeen convertirse en socios minoritarios con una inversión de 70 millones de dólares. Un nuevo escenario en el que se podrían abrir dos vías.
El primer escenario, aunque poco probable, sería que Microsoft se lance a una nueva aventura con Android, algo que ya hizo en el pasado Nokia con la serie X (y que finalmente fue eliminada). Una opción improbable si tenemos en cuenta el esfuerzo que tiene actualmente Microsoft por levantar Windows Phone.
El segundo escenario es, quizá, el que podría tener más sentido. No sería nada descabellado pensar en un movimiento en el que, ofreciendo una mayor libertad a la startup, Microsoft busque en esta pequeña participación una alianza para proveer de servicios a Cyanogen, de forma que se sustituirían las apps privativas de Google por los paquetes de Microsoft (OneDrive u Outlook por ejemplo). Pensemos que el movimiento cobra aún más sentido si tenemos en cuenta la alianza actual con fabricantes como OnePlus One.
El tiempo dirá si acaba por materializarse, pero de lo que no cabe duda es de que para Microsoft sería más que interesante proveer software a Cyanogen mientras entran de lleno en el sistema operativo de la competencia.