El primer aspecto a aclarar sobre el desarrollo del juego es que los combates que protagonizarán nuestras flotas estarán limitados al movimiento en dos dimensiones, con todas las unidades compartiendo un mismo plano horizontal (como en Sid Meier: Starships y no como en el clásico Homeworld). Lo que a priori es una limitación permite no obstante replicar de forma más fiel la mecánica original del juego de tablero en el que se basa (a su vez un spin-off en el espacio de Warhammer 40.000), con el posicionamiento de las naves que optimice el uso de sus habilidades resultando clave.
Aunque el armamento de cada tipo de unidad no será seleccionable, sí será posible evolucionarlas y cambiar a su personal (sólo entre rondas) para el desarrollo de nuevas habilidades (más de 60 de momento), y el capitán de cada una irá ganando experiencia y capacidad de combate de forma individual, lo que encaja particularmente bien con una mecánica relativamente original del juego: como resultará prácticamente imposible controlar a todas las unidades de la flota de forma manual en combate, lo habitual será dirigir de forma directa sólo la del almirante, dejando en manos de una IA guiada por nuestras indicaciones (nivel de agresividad, objetivos prioritarios) y una personalidad única a los demás.
En este tipo de situaciones, es probable que un crucero con un capitán con demasiado apego a su supervivencia ignore nuestras órdenes de abordar (de forma física y directa, como en una batalla naval del medievo) un destructor Orco, lo que nos deja con dos opciones: encargar al comisario de la nave que ejecute a su capitán por desertor (perdiendo su experiencia y habilidades adquiridas), o dejarlo pasar, sumando un punto de tolerancia a nuestro perfil, parámetro que condiciona las futuras acciones similares de nuestros subordinados.
El modo historia incluirá a todo tipo de interesantes facciones alienígenas y humanas (como los Inquisidores, cuya solución a los conflictos suele pasar por la eliminación de toda la vida del cuadrante) y el objetivo básico de derrotar al ejército de Marines Espaciales del Caos de Abaddon el Saqueador. En cuanto al multijugador, además de las batallas aisladas, se prepara una especie de minicampaña en la que pueden enfrentarse varios jugadores, con persistencia del estado de las flotas entre rondas.
El juego, que en su estado actual de desarrollo muestra ya un nivel gráfico con razonable fidelidad al material original, espera un lanzamiento a principios de 2016 a manos del estudio francés Tindalos Interactive, el cual publicó en marzo el título de un género similar Etherium (con un nivel de aprobación entre sus jugadores no demasiado esperanzador). Seguiremos su desarrollo según se acerquen esas fechas, para informaros acerca de si será este un título capaz de convencer a los siempre exigentes fans del juego de tablero.
