La compañía ha publicado hoy un extenso documento en el que detalla su no del todo inesperado deseo de expandir su modelo de negocio a las nubes con el lanzamiento de un Uber que ponga en contacto a pilotos y clientes para cubrir desplazamientos de forma mucho más rápida que utilizando el transporte rodado.
En sus casi 100 páginas, el texto detalla la visión de Uber acerca de lo que denomina como "aviación bajo demanda", desgranando sus planes para crear una flota de vehículos de despegue vertical o VTOL (Uber reconoce la ineficiencia de los helicópteros y ya piensa en alternativas eléctricas multirrotor) inicialmente pilotados por humanos, más tarde asistidos por tecnologías de control automatizado y finalmente de funcionamiento autónomo o semiautónomo.
Uber acepta que el coste inicial de los viajes en su servicio de transporte aéreo será elevado. La compañía confía en poder reducir el precio de estos desplazamientos conforme más y más usuarios empiecen a usar sus aparatos, con unas estimaciones para el trayecto entre San Francisco y San José que partirían de 129 dólares y llegarían a situarse en tan solo 20 dólares con el paso del tiempo. De acuerdo con los datos ofrecidos por Uber, los pronósticos a medio y largo plazo señalan que el coste del viaje en VTOL sería incluso inferior a su equivalente en coche. Ambiciosos, sin duda.
Naturalmente, el sueño de Uber (porque por ahora apenas pasa de esa etapa) requerirá tiempo y no escaso esfuerzo para que pueda materializarse. La compañía reconoce que todavía no hay un marco regulatorio que haga posibles esta clase de negocio, mucho menos el despliegue de una vasta flota de transportes aéreos autónomos. Por ello ha hecho público su propósito de promover un evento internacional a comienzos de 2017 que reunirá a fabricantes, autoridades y emprendedores bajo un mismo techo con el fin de buscar soluciones a este problema.
Cabe señalar que Uber ya tiene un acuerdo con Airbus para proporcionar transporte aéreo mediante helicópteros directamente desde su aplicación móvil. Airbus, por su parte, es otra compañía que tampoco tiene la menor intención de dormirse en los laureles; el constructor europeo anunció recientemente su propósito de lanzar un transporte aéreo eléctrico de ocho motores para dar servicio a corredores aéreos exclusivos para su uso por vehículos autónomos.