Sucesor del mucho más modesto KX-5000, un procesador también compatible con x86 y cuyo alcance se limita a China, el nuevo KaiXian KX-6000 deja entrever una ficha técnica potencialmente interesante. Su microarquitectura recibe el nombre de LuJiaZui. Se trata de una versión más refinada de la WuDaoKou utilizada por su predecesor, y se plasmará comercialmente utilizando un proceso de producción FinFET de 16 nm, cuando el KX-5000 se fabricaba a unos ciertamente rotundos 28 nm.
Según informa la publicación japonesa PC Watch, las especificaciones técnicas del KaiXian KX-6000 contemplan soporte para SSE 4.2 y AVX, así como tecnologías de cifrado y virtualización. La relación precio-potencia será aparentemente su mayor atractivo, brindando un total de ocho núcleos a 3 GHz y haciendo uso de 8 MB de caché L2. Como detalle interesante (y que desconocíamos en su momento) también habrá una GPU integrada o iGPU compatible con DirectX 11.1, lo que aumenta su atractivo.
Será interesante ver las comparaciones con procesadores de precio reducido como los recién actualizados Athlon, que ahora incorporan núcleos Zen y gráficos Vega.
Hablando precisamente de comparaciones, a Zhaoxin no le duelen prendas al afirmar que el rendimiento del KaiXian KX-6000 no solo superará en un 50 % al del prácticamente desconocido KX-5000, sino que se equiparará con el de un Intel Core i5 de séptima generación. No estamos hablando por tanto de un hardware puntero, pero sí de un chip con potencia suficiente para la mayoría de los usuarios, máxime si se considera que la CPU dejó de ser un cuello de botella importante para Windows e incluso muchos de los juegos actuales.
Zhaoxin no ha facilitado por ahora la fecha de lanzamiento del KaiXian KX-6000, que AnandTech sitúa provisionalmente en algún momento de 2019. Tampoco está nada claro si veremos este procesador en Occidente, pero su mera existencia resulta en sí intrigante.