Hace algo más de 10 años Nvidia
anunció G-Sync, a la postre el mayor salto tecnológico aplicado a las pantallas de juego desde que el CRT dejó paso al LCD. Desde entonces, el refresco variable se ha convertido en corriente gracias a la incorporación de los monitores FreeSync y el estándar VRR, pero Nvidia ha mantenido su ventaja en la gama alta a través de las pantallas
G-Sync Ultimate, que utilizan un complejo módulo de control para brindar una calidad superior. La gran pega de estos modelos es resultan mucho más caros que el resto, algo que debería cambiar gracias a un acuerdo alcanzado…