Hoy se han puesto a la venta los
nuevos modelos de Xbox Series X y
al YouTuber Austin Evans le ha faltado tiempo para sacar el destornillador, echar un ojo a su interior y ver las diferencias. La Xbox Series X de color blanco sin lector y la Xbox Series X Galaxy Black con lector y SSD de 2 TB lucen un diseño exterior prácticamente idéntico al modelo original de 2020, pero una vez abiertos presentan algunas diferencias.
La primera novedad de los nuevos modelos Xbox Series X es un SoC de 6 nm, que a pesar de ser más pequeño que el original de 7 nm es capaz de alcanzar las mismas velocidades con un menor consumo. El modelo original de Xbox Series X pide 61 vatios cuando se encuentra en
dashboard, una diferencia notable respecto a los 38 vatios del nuevo modelo sin lector. Las distancias se reducen al ejecutar Forza Horizon 5, que exige 167 vatios en el modelo original y 156 vatios en el nuevo modelo de color blanco. La diferencia podría parecer menor, pero hay que tener en cuenta el largo plazo y las horas que funciona una consola.
La Xbox Series X Galaxy Black presenta ligeras diferencias de consumo respecto al nuevo modelo de color blanco sin lector. En reposo funciona con 51 vatios y sube hasta los 151 vatios cuando ejecuta Forza Horizon 5.
La disminución del consumo de los nuevos modelos de Xbox Series X está acompañado de una reducción de las temperaturas, lo que ha permitido a Microsoft abandonar el sistema de refrigeración con cámara de vapor para adoptar el tradicional disipador con sus tubos de calor de cobre. A pesar de ello, el calor que emiten los nuevos modelos y el ruido no ha cambiado respecto al original. Por otro lado, Microsoft ha aprovechado que lanzaba nuevas Xbox Series X para rediseñar por completo la placa base, cuyos componentes se han simplificado, reducido o desplazado. El resumen de Evans es que los nuevos modelos son mejores que el original.
El rediseño de Xbox Series X es importante para ambas partes, consumidor y fabricante. El usuario recibe una consola con el mismo rendimiento que consume menos, y Microsoft posiblemente se ahorra costes de fabricación y puede aprovechar este hardware para que los servidores de Xbox Cloud Gaming sean más eficientes. Para los interesados, la edición especial Galaxy Black de Xbox Series X con lector de discos y SSD de 2 TB tiene un precio de 649,99 euros, mientras que la Xbox Series X de color blanco sin lector y SSD de 1 TB se despacha por 499,99 euros. Además, hay una Xbox Series S de color blanco y SSD de 1 TB por 349,99 euros.