De acuerdo con los hallazgos de Competencia, Amazon tiene acceso a una enorme cantidad de información privada relacionada con las ventas de las tiendas que utilizan su tienda online. En un principio Amazon debería comportarse de forma imparcial y no utilizar dichos datos para crear ofertas dañinas para la competencia o priorizar sus propios productos, pero información detallada de ventas, envíos y números de visitas estarían siendo utilizadas para tomar "decisiones de negocio estratégicas dañinas en detrimento de otros vendedores del mercado".
Por supuesto, estos terceros no tienen acceso a la información de Amazon y en el mejor de los casos solo pueden tomar medidas reactivas contra la misma empresa que les proporciona su espacio de ventas en Internet. Mientras tanto, Amazon estaría lanzando ofertas calibradas para alejar a los consumidores de otros vendedores y llevarlos a sus propios productos.
Cabe recordar que Google ya se ha visto involucrada en varias investigaciones por motivos similares en el uso de su buscador y otros servicios, que en teoría deberían operar de forma agnóstica.
Ejemplo de Buy Box asignado a una tienda externa. En este caso la consola es vendida por un tercero y hay otros vendedores con el mismo producto.
Asimismo, la Comisión Europea ha abierto una segunda investigación por las prácticas de Amazon utilizadas a la hora de mostrar la "buy box", apartado en el que aparecen productos concretos de forma destacada cuando se va a proceder con una compra. En un principio este campo también debería ofrecerse de forma no abusiva a terceros vendedores, pero el departamento dirigido por Vestager no ve nada claro que esté siendo así.
Las acusaciones contra Amazon serán ahora investigadas en mayor profundidad antes de tomar una decisión sobre si conviene o no sancionar la compañía. De determinar que es necesario imponer un castigo, la Comisión puede imponer multas de hasta el 10 % de los ingresos anuales de la compañía infractora.
Amazon, por ahora, no ha realizado declaraciones al respecto.