De acuerdo con el comunicado emitido por la Comisión Europea, las autoridades investigarán "los acuerdos estándar entre Amazon y los vendedores de su mercado". También está en el punto de mira la forma en la que se seleccionan los ganadores de la "Buy Box", un apartado que permite añadir productos de vendedores concretos directamente al carrito de la compra.
Según la Comisaria de Competencia, Amazon habría infringido los artículos 101 y 102 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, donde se prohíbe fijar precios de forma anticompetitiva, ofrecer condiciones desiguales a los vendedores, aplicar descuentos o reembolsos anticompetitivos a algunos vendedores y/o colaborar con los mismos para repartirse el mercado.
El detalle más saliente, no obstante, parece ser la forma en la que Amazon procesa los datos de terceros vendedores que utilizan su plataforma. La Comisión Europea cree que Amazon podría estar monitorizando qué venden ciertas compañías y en qué volúmenes para obtener una ventaja competitiva ilegal, usando dicha información con el propósito de mejorar su propia estrategia comercial en perjuicio de dichos vendedores.
Este punto es crítico, puesto que durante los últimos años numerosos vendedores de Amazon se han quejado de que la compañía observa sus productos más vendidos para a continuación sacar productos propios análogos por mucho menos dinero y mejor posicionados. Las pesquisas de la Comisión ayudarán a arrojar luz sobre estas acusaciones.
El proceso de investigación acaba de abrirse y seguramente será heredado por el sucesor de Vestager, por lo que todavía es muy pronto para hablar de repercusiones. Amazon, por su parte, ya ha señalado que colaborará en el proceso. Esta buena voluntad podría ser clave a la hora de reducir una posible sanción económica, puesto que la Comisión Europea tiene la potestad para imponer multas de hasta el 10 % de los ingresos anuales de la compañía infractora.