De acuerdo con la propuesta enviada por los reguladores estadounidenses, la venta de Chrome "detendría de forma permanente el control de Google sobre este punto de acceso crítico y permitiría que motores de búsqueda rivales pudieran acceder al navegador que para muchos usuarios es la puerta de entrada a Internet". La venta de Chrome sería una de las formas de reducir el monopolio de Google como proveedor de búsquedas online, pero no el único.
Aunque el Departamento de Justicia no ha solicitado que Google se desprenda también de Android, deja esa puerta abierta por si el juez ve conveniente pasar por ella. Según indica la agencia Associated Press, el documento "afirma que el juez debería dejar claro que la compañía seguiría estando obligada a separarse de su sistema operativo para smartphones si el comité de supervisión sigue observando pruebas de mala conducta".
Es importante señalar que, independientemente de la opinión que pueda tener el juez encargado de la resolución, los argumentos del Departamento de Justicia y las penas y soluciones solicitadas podrían variar significativamente cuando se produzca el relevo en la Casa Blanca y haya un nuevo secretario de Justicia, aunque considerando que el caso contra Google se inició en los últimos meses del primer mandato de Trump, no está nada claro que Google vaya a salir indemne de este trance. Lo único claro es que la opción de dividir Google es la más extrema y posiblemente también la menos probable, pero eso no implica que se puedan exigir otras medidas potencialmente muy dolorosas para la compañía.