Según señala la Comisión en su nota de prensa, Apple infringió las leyes de que regulan la competencia en la Unión Europea al imponer condiciones excesivamente duras a los proveedores de música en streaming con el aparente propósito de beneficiar el negocio de Apple Music. Concretamente, las aplicaciones de streaming disponibles en la App Store tenían prohibido informar claramente a sus usuarios de la existencia de suscripciones más económicas fuera de la propia app, donde Apple incrementa los precios a través de su comisión.
Otras prácticas ilícitas emprendidas por Apple incluyen la prohibición de explicar las diferencias de precio entre las suscripciones vendidas a través del mecanismo de compra implementado por Apple y otros disponibles fuera de su ecosistema y la imposibilidad de incluir enlaces a otros métodos de suscripción.
La Comisión considera que el comportamiento de Apple es constitutivo de prácticas comerciales injustas, "ni necesarias ni proporcionadas" para proteger los intereses comerciales de la compañía. Asimismo, esta forzada falta de transparencia habría tenido un perjuicio económico en los consumidores europeos durante casi 10 años, "llevando a muchos usuarios de iOS a pagar precios significativamente más altos por suscripciones de música en streaming debido a la elevada comisión impuesta por Apple en los desarrolladores y transmitida a los consumidores".
De acuerdo con el texto del comunicado, la cuantía de la multa se ha calculado "teniendo en cuenta la duración y la gravedad de las infracciones así como los ingresos y la capitalización del mercado de Apple", a lo que se suma el hecho de que "Apple remitió información incorrecta" durante el proceso administrativo. Además de pagar la multa, la firma de la manzana deberá abandonar estas prácticas y deberá poner esmero en no reincidir (algo que no parece que vaya a ser un riesgo inmediato considerando su nueva política de pagos).
Apple, por su parte, ya ha anunciado que apelará la sanción.