Si bien Internet Archive ha sido objeto de ataques durante toda su historia, el último ha sido el más grave hasta la fecha. El grupo SN_BlackMeta, que ya se había atribuido un incidente previo, se hizo con la base de datos de autenticación ia_users.sql, donde se almacenaba información como nombres de usuarios registrados, correos electrónicos, fechas de cambio de contraseña y claves con hash Bcrypt. Dicho archivo, con un tamaño de 6,4 GB, fue filtrado en los canales habituales e indexado por Have I Been Pwned.
Cabe señalar que algo más del 50 % de las cuentas afectadas ya aparecían en la base de datos de HIBP como víctimas de filtraciones previas.
Al margen de la filtración, Internet Archive también fue sujeta a un defacement (cambio/borrado del diseño web) y un ataque de denegación de servicio que tumbó sus sistemas. SN_BlackMeta, que se declara un grupo propalestino, asegura que Internet Archive es "una fachada para cubrir actividades parcialmente ilegales", como el espionaje, y que está "secretamente enlazada al Congreso de Estados Unidos", a pesar que se trata de una ONG que actúa como una biblioteca de acceso público. Este último ataque, indican en X, fue una prueba de sus nuevas herramientas, y no era su intención causar una pérdida de servicio tan continuada.
Justificaciones al margen (SN_BlackMeta llega a ponerse del lado de las grandes editoriales y discográficas, que mantienen litigios contra Internet Archive por supuesta vulneración de los derechos de copia y difusión), desde la caída del sitio web los administradores han estado tratando de reconstruir sus sistemas, devolviendo poco a poco el servicio a los sitios de conservación web que poseen mientras refuerzan una seguridad que, se admite, no era la mejor. Este periodo se ha ido realizando por pasos: Wayback Machine (archivo de páginas web) volvió el 13 de octubre, Archive-It el 17 y ahora Archive.org (biblioteca), aunque solo en modo de lectura.
Es importante señalar que en ningún momento la información conservada por Internet Archive parece haber sido modificada o haber estado en peligro. El mayor daño causado es la filtración de datos (difícil de juzgar en toda su extensión, dada la prevalencia de cuentas previamente afectadas por otros ataques) y sobre todo los problemas a la hora de acceder a un servicio prácticamente único en Internet, y que ha cobrado una relevancia mayor desde que Google decidió desactivar el acceso público a su caché.